I niciar la lactancia durante la primera hora de vida reduce notablemente el riesgo de mortalidad infantil. Amamantar no es sólo proporcionar alimento, es una elección y una decisión.
Los bebés sanos colocados en el abdomen y pecho de su madre, piel con piel, inmediatamente después de nacidos, muestran capacidades extraordinarias, se ponen en práctica aquí pequeñas conductas que han sido ensayadas en el útero materno. El bebé se incorpora sobre sus pequeños codos, se chupa su mano, usa el olor del pecho de su madre como guía hacia el alimento, comienza a deslizarse hacia el encuentro del pezón. Primero, busca para tocarlo y masajearlo, y este primer contacto suave de la mano o cabeza del bebé con el mismo estimula la liberación de oxitocina materna. Luego olfatea, lame y toma con su boca el pezón y finalmente se adhiere al seno y se alimenta.
En el primer instante en el que el bebé y la mamá son puestos en contacto se desencadenan una serie de fenómenos muy positivos para ambos: 1- La madre toca a su bebé y lo observa. 2- El recién nacido responde con una mirada fija y atenta. 3- La madre comienza a hablarle. 4- El bebé responde con algunos movimientos tenues de cara y manos y luego llora. 5- El llanto prepara a la mamá para alimentar al bebé, erecta los pezones y estimula la producción de oxitocina y prolactina. 6- Se produce una sincronía entre ambos. 7- La mamá ayuda al bebé a prenderse del pecho. 8- El bebé toma el calostro, que le entrega la clave de los anticuerpos a formar para defenderse. Han dado juntos el primer paso para el apego.
Este es un punto clave que ayudará a la madre a relacionarse mejor con su hijo, a interpretar su llanto y sus necesidades. Está ampliamente demostrado que cuando se logra una buena lactancia materna la unión entre ambos es altamente positiva, en la madre se evitarán la tristezas posparto, la depresión y el abandono infantil (entre otros). Entonces, estando piel a piel, mamá y bebé, inmediatamente luego del momento expulsivo (nacimiento), comenzarán a comunicarse profundamente y a conocerse íntimamente.
En general, el contacto piel a piel y las tomas tempranas de calostro están asociadas a una disminución de la mortalidad infantil durante el primer mes de vida. También está asociado al aumento de la lactancia exclusiva y a una mayor duración de la misma, lo que es directamente proporcional a bebés más sanos.

s Claves para
iniciar una buena lactancia en la primer hora de vida

1- Ayudar o guiar a la parturienta para que busque un acompañante que la ayude y apoye en el trabajo de parto y en el contacto precoz con el bebé y el amamantamiento inmediato. 2- Siempre que se den las condiciones de salud tanto para la madre como para el bebé, apostar al parto vaginal y en la posición más cómoda para la parturienta. 3- Procurar que la embarazada haga una charla con el pediatra o neonatólogo que recibirá al bebé contándole sus deseos y prioridades. 4- En la sala de partos guiar a la madre para que logre una buena prendida del bebé al pecho. 5- Procurar que el primer contacto, mamá-bebé, sea panza con panza y piel con piel.
Es muy bueno evaluar las prioridades, determinar qué es lo que se quieres para ti y para tu hijo. Sé que harás lo que puedas en cada circunstancia, aquí no sirven los reproches, lo que más valor tiene es haber actuado con conciencia, libertad y responsabilidad.
Viviana de los Ríos
Preparadora de Partos Taller Gestación
vdga@arnet.com.ar
Fuente: Fundación LacMat 2004-2007