Señor director:

Ruego a usted publicar la presente carta en contestación de la nota editada el día 3 del corriente mes y año, que fuera firmada por la concejala radical Jimena Monesterolo.
No tengo domicilio en Luca; no conozco al intendente, ni tampoco me doy cuenta de quién es usted. Sí puedo decir que mis cariños, mis afectos y mi ternura en esa localidad, a lo que me hace proclive, curioso y afectado de poder opinar y hasta discurrir si fuera necesario sobre el luctuoso accidente que le costara la vida a un joven padre y a su pequeño hijo.
En la nota a la que hago referencia toma el suceso como una fatalidad. O sea que para la concejala fue una infelicidad, una desgracia que el único que tiene responsabilidad es el "destino". En cualquier diccionario de la Lengua Castellana no es más que el encadenamiento de los sucesos considerados como necesarios. Qué gran equivocación señora concejala, aquí hubo responsabilidades: de quien manejaba ese bólido criminal, ya sea una mujer o un hombre, que se olvida que la sociedad es la relación de la vida en comunidad, es la relación de justicia de amor y tutela.
Se olvida, como responsable de los derechos inalienables de la persona. No solamente se olvidó de los valores y de criterio de juicio, sino también las normas de acción que de ello se derivan o desprenden.
No quiero dejar pasar esta oportunidad para contar las relaciones de afectos familiares que me unen a esa localidad. Pasé la noche última del año 2009 y el primer día de 2010 allí y no se escuchó ni música ni cohetes. El pueblo estaba consternado, pasado de dolor, con angustia y turbación.
Esto puede tomarse como crédito para una campaña política, vil, indigna, despreciable e infame -lo que se desprende de su nota que hoy me ocupa-. Si su fracción política señora concejala estuviera en la administración de la sociedad comunal y por el conocimiento histórico que tenemos, cuando les tocó actuar, hubieran procedido de la misma forma con respecto a Vialidad.
Es por ello que me mueve a pensar de lo irresoluto y pusilánime de algunos políticos, cualquiera sea su color partidario. A usted también le toca señora, porque no hay nada más fácil que acomodar a la falta o al error a lo social y llegar así a disminuir, atenuar o liquidar el elemento personal, para llegar a admitir en forma ilegítima e inaceptable responsabilidad a otros.

José Fernando Amaya Becerra
DNI 6303469