Un santafesino amante de la aventura y la vida sana recorrió 180 kilómetros en bicicleta, en una solitaria cruzada que nada tiene que ver con la competencia.
Hugo Santichia partió de su pueblo, Los Cardos, y tras más de ocho horas pedaleando llegó a la localidad de Alto Alegre, donde lo esperaban cuatro amigos villamarienses.
Eligió Alto Alegre porque en las llamadas previas con sus amigos acordaron que éstos, también en bicicletas, se iban a trasladar a esa población para esperarlo y entonces retornar los cinco pedaleando a Villa María.
Si bien la cruzada fue solitaria, Santichia contó con el apoyo logístico de su esposa, quien hizo todo el trayecto en automóvil, al lado de la bicicleta de su compañero.
“Desde Alto Alegre vinimos a Villa María porque tenemos familiares”, dijo el ciclista a EL DIARIO.
Gustavo González, Pablo Mattea, Juan Carlos Montenegro y Marcelo Leocata son los cuatro amigos que fueron a esperar al santafesino a Alto Alegre, un día soleado y caluroso que no impidió que todos tomaran la ruta que los llevaría a Villa María, para festejar con una comida y contar anécdotas.
“Nunca estuvo en mi espíritu competir y es por eso que a lo que hago le llamo cruzada”, dijo Santichia para luego explicar luego los motivos.
“A esto lo hago para motivar a los jóvenes de mi pueblo y a todos los jóvenes de los lugares por donde paso con mi bicicleta”, detalló.
Siguió explicando que “me hace muy feliz que los chicos se contagien por ejemplo con lo que yo hago y seguramente como lo hacen otros, y no con el alcohol y el cigarrillo”.
“Ese es mi principal objetivo y me gusta que se haga conocer a través de la prensa precisamente para contagiar a los chicos y puedan adoptarlo”, añadió.
El santafesino retornaba ayer a su pueblo, Los Cardos, pero no en bicicleta. La cruzada ya estaba cumplida con los 180 kilómetros pedaleando y la vuelta se hacía en el automóvil, junto a su compañera.