En un verano que se presenta inestable somos su mejor compañía. Entre agobiantes calores, furiosos vientos, lluvias permanentes y frío inusitado, estamos para acompañarlo. En la playa, bajo la sombra de algún árbol, en el living de su casa o disfrutando de la cama, volvemos otro domingo a estar nuevamente con usted. En esta ocasión las mujeres nos deleitarán con poemas de los estilos más diversos. La joven Gisela Rodríguez Gecchele, estudiante del Profesorado en Lengua Inglesa (UNVM) nos cuenta que escribe poesía y cuentos cortos desde los ocho años. Sus temas motivadores son los problemas sociales, políticos e históricos, los libros, la naturaleza y tantos otros. Nos envío tres poesías donde el amor está presente en cada pieza. En una de ellas el amor se reencuentra después de tantos calendarios caídos y da sorpresa saber que los recuerdos mantuvieron viva la llamita encendida durante tanto tiempo. En otro, una de las tantas historias posibles que nos dejó Malvinas; este texto fue representado como monólogo en un taller de teatro en ESIL el año anterior. La última poesía es el recuerdo del nuevo amor que llegó para quedarse. Olga Bruera es de Colonia Santa Rita (zona rural de Tío Pujio). Ha participado en antologías de distintas localidades, como Laguna Larga, Alta Gracia, Villa Allende y Catamarca. Obtuvo el 2do. Premio en las Fiestas Mayas de Villa Nueva. Tiene editos dos poemarios: "Alas azules" y su reciente "Simplemente fue aquí", que se presentó el domingo pasado con misa, cena y actuaciones teatrales. Un volumen que contiene un centenar de escritos realizados por ella y en los que ha cedido espacios para algunos textos ajenos, como los de sus hijos y amigos. Los poemas que nos ha hecho llegar son de una gran calidez en los que enaltece a las mujeres como Mercedes Sosa, pero también a otras mujeres más tangibles como la "doña Inés". Hay poesía con música, rima y con abordajes a los temas más diversos. Olga Bruera, está preparando un nuevo poemario que vería la luz en la segunda mitad del año. Para culminar la entrega de hoy, tenemos los poemas de Alicia Perrig, quien es profesora de inglés, poeta, escritora y narradora oral. Coordina el Taller de Narradores Orales de Adultos Mayores de la UNVM. Dicta talleres de capacitación a alumnos de Profesorados de Nivel Primario e Inicial. Se ha desempeñado como capacitadora de docentes en las áreas de Oralidad, Literatura Infantil y Promoción de la Lectura de la Red Provincial de Formación Docente Continua perteneciente al Ministerio de Educación de la Provincia de Córdoba. Integra nueve antologías a nivel nacional y una edición bilingüe alemán-español. Publica en diferentes medios gráficos y electrónicos del país y el exterior. Ha obtenido diversos premios en concursos nacionales e internacionales. Llegó a su primera publicación "Pecado Original" tras obtener el Primer Premio en el Concurso Internacional de Poesía "Victoria Siempre 2007" presentado en la 34º Feria Internacional del Libro de Buenos Aires. Algunos de sus poemas han sido traducidos al inglés, catalán y alemán. Los poemas que se publican en este suplemento pertenecen a su libro "Excarcelada", aún inédito. Seguimos receptando sus textos, junto a sus datos personales y reseña biográfica, en nuestra Redacción o por correo electrónico (eldiariocultura@gmail.com). Buen domingo.
POR Alicia PERRIG
LLORAR DE RISA
Lava los platos yo los seco los guardo en el aparador verde y limpio el piso de la cocina
después jugamos a atraparnos las manos entre las sillas amontonadas patas para arriba sobre la mesa larga
se cansa y me declaro su prisionera
anuda las trenzas alrededor de mi cuello y lloramos lloramos tanto
es difícil reír en silencio y a escondidas.
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LOS 15
Ahora con la nona dijeron
ella hizo las empanadas y cosechó las flores para perfumar la mesa
todavía teníamos los ojos hinchados las dos azules y rojos
que se saque los lentes dijo el fotógrafo
y aquí estamos ella y yo en el living de mi casa
me sonríe con esa tristeza suya esa tristeza de pequeñas violetas en su vestido de piquet que aún guardan las yemas de mis dedos sobre su hombro izquierdo
esa tristeza nuestra en blanco y negro.
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PERDÓN
En la verja se persigna la mentira
es un crucifijo de sal el que aúlla las tormentas
no es tan difícil sólo caer de rodillas ante un Dios silencioso y austero
un Dios perfecto
tan perfecto que nos redime de su mirada.
BUSCAN
Con las bocas como sepulcros de sed con las manos de vidrio sucio con los pies huellas de flores rotas
bajo la última escama de la tarde
buscan un remiendo de luz en la sonrisa.
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SIN REGRESO
Camina dos pasos adelante adelante dos pasos o diez o quince
yo la miro desde abajo
los hombros apretados las caderas anchas y redondas la gracia de las pequeñas orejas bostezos entre el pelo crespo
siempre habla y mueve las manos como mariposas con frío
no puedo escucharla
pienso en irme en no volver a ver esas alas de escarcha.
POR Olga Bruera
EN EL ESPEJO DEL RÍO
No quiero ser… Como ese sauce Que por verse reflejado En el espejo del río Llora allí su condena Por el tiempo pasado A la vera de aquel río… Pensó tanto en él, Que solo, triste y encorvado Con sus mismos recuerdos Sigue su pena llorando… Por eso todos dicen Cuando hablan de él Que a la orilla de aquel río Hay un sauce llorón Que se mira eternamente En el espejo del río.
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DOÑA INÉS
La costurera del pueblo La que llamaban, doña Inés Sentadita siempre estaba Frente a su máquina de coser
Hilvanando esperanzas Bordadas con ilusiones Sola estuvo en la vida Sin amores ni pasiones
Su espalda ya encorvada Por el paso del tiempo Cosiendo tan apurada Entre hilos y lienzos
Resongando algunas veces También un poco enojada Con algunas de sus clientas Que la cuenta no pagaba
Un día, Dios la llamó Cuando ya blanco su pelo Para hacer trajes de nubes Bordados en el cielo.
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ASÍ FUE: QUE ES NAVIDAD
Dicen que allá muy lejos Por esas pampas de Dios Nacía un divino changuito Al que llamaron Jesús.
Dicen que nació de noche Y todo se transformó Una estrella brillaba tanto Que todo lo iluminó.
Pastorcitos se llegaban Con una inusitada algarabía A conocer aquel niño Que en aquel ranchito nacía.
María y San José Lo cuidaban con desvelo Mientras un coro de ángeles Le cantaban desde el cielo.
Así fue que ese día Le llamaron Navidad Y por eso las familias Se desean felicidad.
A LA NEGRA
Doy gracias a la vida Que me ha dado tanto… Y la vida se le fue Como agua entre las manos
Su voz se escuchará En los caminos… Todo un pueblo recordará Las canciones de la “negra”
De fiesta estará Diosito Por tenerla en el coro celestial Como a grandes figuras De la música universal
El mundo ella recorrió Con su pentagrama de emociones Y al mundo conquistó Con tan bellas canciones
Su clásica figura De mirada picarona Nadie la olvidará Y sus canciones entonan
Un recuerdo, un homenaje Una sentida oración Para ese personaje Que descansa junto a Dios.
POR Gisela Rodríguez Gecchele
REUNIÓN
Dos personas se enamoraron Y la razón perdieron. Después de tanto andar, Sus dos corazones decidieron separar. Un tiempo ha pasado ya Y hoy se volvieron a encontrar. Se miran de frente Y la nostalgia los inunda.
-Ella- ¿Cómo puede ser Que todavía estés aquí? Duermes conmigo Desde que te conocí. Habitas en mis sueños Y me visitas cada mañana. Tomas conmigo el té Y vas conmigo a la cama.
-Él- Tú también estás aquí, En mis pensamientos. Vives conmigo Cada buen y mal momento. Tu sonrisa me acompaña, Me transmite tranquilidad. Me indicas el camino Que debería andar.
-Ella- El calor invade de nuevo Y con él los recuerdos vuelven. Me recuerda a aquella tarde Cuando me besaste en el puente. Me regalaste una flor Y mil “te amo” suspiraste.
-Él- ¿Todavía guardas aquella flor? ¡Qué hermosa tarde! Tu pelo brillaba Bajo el sol Y tu piel reflejaba destellos Como diamantes.
-Ella- Después de setenta años Ya no es tan fácil recordar. Pero sé que mi pelo todavía brilla Como en aquella tarde magistral.
-Él- Yo también he perdido la memoria. Lagunas se forman en mí, Como agujeros negros Que absorben todo de aquí.
-Ella- Esto es extraño. Que la vida nos haya juntado aquí, Después de tanto tiempo Para juntos morir.
-Él- ¿No crees que sea justo? Quizás debería haber sido así. Debería haberte preguntado Si te unirías a mí. ¿Qué hubieras respondido? Todavía me pregunto.
-Ella- Hubiera dicho que sí Para estar contigo cada segundo. Para abrazarte Y no dejarte ir.
Y así los dos enamorados Sentados en el jardín están. Pasan largas horas Intentando recordar, Ignorando a las enfermeras Que vienen y van. Finalmente aceptaron Que el destino es criminal. Si realmente amas a alguien, Por él deberías pelear. Aunque tarde o temprano, Juntos se sentarán a recordar.
SOLDADO
Veo tu mochila Colgado en el placar. Todavía siento El aroma del mar. Recostada En el silencio Lloro, Lloros sin cesar. Veo las niñas Corriendo Sin parar. Recuerdo el invierno Que te tuviste que marchar. La noticia Llegó tarde, Nadie Pudo respirar. Las Malvinas Te esperaban. Tu familia Te veía sollozar. Pequeño soldado heroico, No lo podías negar. Era tu misión Y la teníamos que aceptar. Entonces, Llego el día. No queríamos Ni mirar. Con la Bandera argentina En lo alto, A la guerra Fuiste a pelear. Te saludamos Contentas, No te queríamos Preocupar. ¿Quién nos podía asegurar Que te veríamos regresar? Era la tarde De julio Yo acababa de ser mamá. Un soldado rubio Golpeó la puerta Con pesar. Traía una noticia: Tu vida se había hundido En el mar. Unos soldados Enojados, Te mataron Sin dudar. ¿Cómo es posible Que una vida Pueda disolverse Como la sal? ¿Nadie nunca Piensa Qué deja un soldado Cuando se va? Hoy, Después de tanto tiempo, Desearía que estuvieras acá. Tu hija, De blanco, Me anuncia Que va a ser mamá. Te veo Debajo del naranjo. No estás Vestido de soldado ya. Me tiras Un beso, Que yo intento agarrar. Siento Cómo me extrañas Y sabes Que te vamos a extrañar. Hoy es julio De nuevo Y ha empezado A lloviznar. Veo como tu recuerdo Se va desvaneciendo Como un final. Me dices Que me amas Y que me vas a esperar. ¡Oh, soldado heroico En Malvinas Te quedarás! Hasta que llegue el día En que te podamos recuperar. * - * - * - * - * - * - * - * - * -
ESTA VILLA JUNTO AL MAR
En esta villa Junto al mar, Por primera vez Te vi. Te pregunté De dónde venías Y si alguien Esperaba por ti. Mis manos tomaste, Como protegiéndolas. Me dijiste al oído Que este era tu hogar. Tus ojos reflejaban Una imagen de mí Que nunca había visto Y jamás descubrí. Nuestras vidas unimos. Nunca te dejé partir. Nos sentábamos viendo la luna Y escuchábamos al mar, rugir. Varias noches inundadas Por la pasión mutua Dio como fruto La más bella de las criaturas. La sostuviste en tus manos Y la intentaste proteger. Eventualmente con el tiempo, Se transformó en mujer. Trabajamos duro Y te mantuviste fiel. Nunca me abandonaste Y todavía amabas mi piel. Hoy, después de cincuenta años, Todavía puedo recordar Que en esta villa Junto al mar, Por primera vez Te vi llegar.
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