La concejala del radicalismo, Sandra Bailone, se destacó en 2009 por ser, lejos, la edil que más pedidos de informes presentó, algunos sobre temas muy ríspidos. En la mayoría de los casos adhirieron su par de bancada, Javier Pérez, y la representante de Todos por San Martín, Olga Vivas.
La titular del bloque legislativo de la UCR también fue quien más proyectos presentó durante el año, pero no tuvo suerte en la gran mayoría de los casos. El oficialismo se encargó de minimizar sus iniciativas, de aclarar que no eran viables o que no había recursos. Además dijeron que los presentaba y no seguía el proceso para que se conviertan en normas. Ella, en tanto, vio en la indiferencia oficial una jugada política destinada a perjudicarla.
Sobre fin de año, se sancionó su propuesta de eximir del pago de obra de cloacas a los propietarios de viviendas del sector del barrio Las Quintas y Los Olmos incluidos en el Proyecto “Acceso al Sistema de Desagües Cloacales para familias carenciadas”. La misma fue realizada por la Cooperativa de Agua Potable, otros Servicios Públicos y Vivienda de Villa Nueva Limitada y pudo ser financiada con un subsidio no reintegrable del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES), solicitado por Capyclo. Se tuvo en cuenta, además, la desfavorable situación económica de vecinos del sector.
Por otro lado, Bailone buscó que los recursos producidos por la publicidad en carteles ubicados en la ribera del Ctalamochita sean destinados a instituciones de bien público y de solidaridad, pero no pudo lograr que se convierta en ordenanza.
Apenas arrancó 2009, demandó -con presentaciones formales- la presencia de guardavidas en el río, algo que este verano implementó la comuna.
Lo más significativo de la labor de la legisladora fue su posición respecto a la polémica obra de pavimentación, ya que solicitó informes de parte del Ejecutivo sobre distintos puntos y nunca se los respondieron. A fines del período, cuando el DEM quiso cobrar la obra -que fue subsidiada por la Nación, que no pasó por licitación ni concurso de precios y que ejecuta el cuestionado Eninder- fue la única que mantuvo la postura de siempre y no avaló la idea oficialista, por considerar que se debía haber escuchado a los vecinos previo a la sanción de la ordenanza que estableció el cobro y que debió haberse licitado. En esa línea se encuentra la oposición en Villa María y algunos dirigentes villanovenses de peso, como Marcelo Frossasco, pero no los ediles opositores Javier Pérez y Olga Vivas, que sí acompañaron finalmente la propuesta de que los vecinos paguen el asfalto.
Vivas. En tren de balances, quien casi no presentó proyectos durante el año fue la edil juecista Olga Vivas. Durante el período, apoyó propuestas del oficialismo y también del radicalismo. Sus contadas iniciativas estuvieron vinculadas a la salud pública pero no se convirtieron en ordenanzas.