Escribe:
Jorge Candia
(instructor nacional de árbitros)
Leandro Bottoni pertenece a la escuela de árbitros de la Liga Cañada de Gómez, egresado de los cursos nacionales para árbitros organizados en el interior del país por el Consejo Federal, actualmente contratado por AFA.
Pero no todo debe terminar en eso, sino todo lo contrario. Esta es una carrera profesional, y un profesional en este rubro debe estar actualizado con un profundo conocimiento de las reglas de juego, saber que la regla 4 (el equipamiento de los jugadores) se debe diferenciar un equipo del otro. Si hay similitud, el local cambiará la casaca.
El árbitro tiene la facultad de hacerlo cambiar (la regla 5 haba de sus poderes y deberes).
La regla 12 (faltas e incorrecciones) dice en su párrafo: un jugador, sustituto o sustituido expulsado por el arbitro deberá abandonar los alrededores del terreno de juego y el área técnica (Gabriel Bolatti a los 11’ fue expulsado y hasta el final se quedó en el banco local).
Además, el árbitro debe estar bien preparado físicamente para transitar el terreno de juego de una manera dinámica, para ver y sancionar en el momento y el lugar precisos. Esto brinda autoridad para conducir y respeto de los jugadores (Bottoni no vio o no pudo resolver la conducta violenta de Ronco al rival, finalizando el partido).
En el juego estático (tiros libres) la apropiada colocación del árbitro es fundamental, enfocando todos los ángulos de conflictos, con comunicación visual con el asistente. Si esto no se realiza aparecen las dudas, no hay coordinación en la terna y, lo peor, el árbitro obstruye el paso de las jugadas.
Esto se mejora con trabajos técnicos y tácticos en campo de juego, para obtener una clara lectura de lo que ocurre en el terreno de juego.
Años atrás, a los colaboradores del árbitro se los denominaba jueces de línea; hoy se los llama asistentes. ¿Qué significa esto? Que ahora están más comprometidos con el juego, aparte de controlar el fuera de juego y el balón en juego o fuera de juego, también deben estar atentos a las faltas e incorrecciones y reanudación de juego.
Hoy, en el fútbol argentino, hay un cartel enorme que dice: “Se necesitan árbitros profesionales”.
Los instructores nacionales tenemos la obligación de formarlos y de capacitarlos. Y los dirigentes, que son los que luchan para que el fútbol sea una realidad, deben controlar que a los árbitros no los formen algunos improvisados de turno porque éstos son los resultados: lamentos, reproches...
Yo me pregunto ¿qué tiene que ver el árbitro o los árbitros asistentes? A ellos los formaron así.
Otras notas de la seccion Deportes
El peor Agosto de su vida
Argentino, campeón
Jockey no pudo con Athletic
Otra victoria del "Sanmar"
Villa María, subcampeón
|