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Sorteo. Bottoni dialoga con los capitanes de ambos equipos. El árbitro cometió errores y recibió críticas en la “Placita”. |
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- “Rubén, ¿podemos hablar?”
- “No, andá a hacerle una nota al árbitro”.
La pregunta del periodista tuvo en el técnico de Alumni, Rubén Agüero, una respuesta tajante, que reflejó la bronca de todos los locales después de la derrota (1-2) ante Villa Mitre, en Plaza Ocampo.
Es que, más allá de los errores que se puedan puntualizar en el equipo villamariense, la culpa fue dirigida a Leandro Bottoni, el hombre de Cañada de Gómez que vino a “impartir justicia”, como así también a sus colaboradores.
Para el arquero Carlos Ronco, Alumni perdió “con injusticia”.
“Nos vamos muy mal, de vuelta con otro arbitraje muy polémico; nos vuelve a pasar lo mismo que nos pasó con Antoniana, con Juventud de San Luis, con Maipú...”, recordó el arquero, con fastidio acumulado.
Para detallar las fallas de la terna arbitral que derivaron en la derrota, Ronco comentó: “Creo que en el segundo gol claramente (Agudiak, autor del gol) está en offside; viene caminando al lado mío, me tira un codazo y el asistente no cobra el offside, mientras el árbitro cobra el gol... Es una cosa de locos; pasa en Villa María nomás”.
Por su parte, el delantero Román Strada, quien ingresó en el segundo tiempo, aseveró: “Nos sentimos perjudicados por el arbitraje, yo no veo la jugada del segundo gol, pero todos mis compañeros la vieron y me dijeron que era muy claro el offside; además, el penal que me hicieron también fue muy claro, hasta el mismo jugador de ellos me lo reconoció, pero el árbitro no lo cobró”.
La bronca del plantel fortinero se visualizó no sólo después del segundo tanto visitante, cuando jugadores y cuerpo técnico se fueron encima del primer asistente, sino también cuando concluyó el partido. En ese instante, los futbolistas volvieron a quejarse ante la terna, que debió salir custodiada del estadio, a la vez que algunos hinchas se quedaron en la puerta para insultarlo.
Antes de esto, la puerta que da ingreso al pasillo general de los vestuarios fue forzada por un grupo de simpatizantes y se rompió, aunque Bottoni no padeció agresiones físicas y siempre tuvo el apoyo de los efectivos policiales.
El viernes, Bottoni dirigó por primera vez en la “Placita” y, como se vio, el debut resultó polémico.
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