Un hondo pesar provocó ayer en dirigentes y jugadores de las bochas de la región y la provincia, la noticia del fallecimiento de quien fuera en períodos anteriores, presidente de la Asociación Villa María, Luis Barcellona.
El veterano dirigente falleció ayer por la mañana, a los 76 años y sus restos son velados en la Empresa Paviotti, en la sala “A”, de Villa Nueva, y sus restos serán sepultados hoy en el Cementerio San José de esa ciudad.
Integrante de una tradicional familia villanovense, tuvo cuatro hermanos, y durante gran parte de su vida se dedicó al rubro de la construcción con un emprendimiento familiar e inclusive en algún momento de su vida, desde la gestión pública, como secretario de Obras Públicas del municipio de su ciudad.
Barcellona había quedado viudo hace justamente un año, ya que su esposa y compañera de toda la vida, conocida como “Pirula”, falleció el 23 de enero del año pasado.
Junto a ella tuvo dos hijos: Jorge y Graciela, además de seis nietos y 3 bisnietos.
En la Asociación Villa María de Bochas fue presidente y reelegido en varias ocasiones. La primera vez que ocupó ese cargo fue en los años 1990 y 1991, para luego de un paréntesis, alejado de la dirigencia, regresó en el año 2000, para permanecer hasta 2008. En esta gestión estuvo casi siempre acompañado por colaboradores incondicionales como: Dante Fernández, Carlos Cipollat, José Giordano, José Cabezas y Neldo Aldecoa, entre otros.
Durante su gestión la AVMB, logró varios torneos provinciales, y condujo la entidad con transparencia como su principal bandera. En los últimos años cumplió el sueño de agrandar la sede de la entidad, con la inauguración de una cómoda sala de sesiones y la oficina de presidencia, a la vez que le dio impulso a la Escuelita de Bochas, que tuvo sus frutos en 2005 cuando Villa María fue campeón en un campeonato argentino.
Frontal, ordenado, siempre buscó dirigir la entidad con reglas y números claros; destacando casi en forma unánime los aficionados a la actividad: su transparencia para manejar las finanzas de la entidad.
A tal punto, era su afán por mantener esa virtud, que cuando faltó claridad en temas relacionados a la administración, supo pedirle la renuncia a uno de sus más cercanos colaboradores y más querido.
Ultimamente aumentaron sus problemas de salud, hecho que provocó que el 23 de diciembre fuera internado en la Clínica Marañón y posteriormente intervenido quirúrgicamente, aunque su cuadro se descompensó en los últimos días, lo que derivó en su fallecimiento en las primeras horas de ayer.
Los restos del ex dirigente serán sepultados hoy a las 10, en el Cementerio San José de Villa Nueva.