Escribe: Juan Pablo Morre

Colón pasó por todos los ánimos en el partido de ayer. De un primer tiempo de amargura a una media hora de pura algarabía en el complemento. Igual, terminó con sensaciones encontradas, ya que pese al gran esfuerzo que realizó en el segundo tiempo, repartió puntos con su rival.
En el desarrollo general, el 3-3 final fue justo, porque si bien el protagonismo, casi siempre, lo buscó tomar Colón, la visita con su faceta contragolpeadora lastimó cuando llegó en el primer tiempo, lapso en el cual mostró supremacía a la hora de ser profundo.
En tanto, Colón, que tuvo dominio territorial y del balón, pudo imprimir, en la segunda etapa, una mejor terminación a sus avances, especialmente porque despertó Gabetta y apareció Sandrone donde mejor se mueve (dentro del área), además del acompañamiento de José Fernández, Tottis y Navarro (muy buen primer tiempo, aunque reguló en el complemento).
Entonces, logró dar vuelta una historia que parecía ultra difícil, pero defensivamente otorgó ventajas, y ello, además de los errores del primer tiempo, quedó en claro en el tercer gol, cuando le ganaron un nuevo rebote después de una pelota parada y su defensa achicó incorrectamente.
De esta manera, de un primer tiempo con problemas para terminar la jugada y evidentes errores defensivos, a una reacción asombrosa en el segundo tiempo, que le permitió alargar su invicto de local (desde 2007), por más que estuvo cerca de ganar.
Más allá de todo eso, el trámite fue vibrante, emotivo y con puntos altos en individualidades de ambos bandos, con cierta incidencia del calor sofocante en el campo de juego, lo que provocó una mayor lentitud al juego.
Colón mostró que su principal vía para atacar, en la primera etapa, era el costado derecho. Es que Navarro desniveló constantemente pero igualmente Ascasubi cortó a tiempo los avances o revoleó la pelota para prevenir cualquier peligro, lo que hizo que el local buscara mucho por arriba, con la pelota parada, lo que no le trajo dividendos.
Por su parte, la visita, con tranquilidad, realizó su postura a la perfección en dicho lapso. No arriesgó atrás, presionó con sus hombres de arriba y contragolpeó con eficacia. Por lo que, en la primera jugada, en la que logró hilvanar sociedades, terminó en gol.
Boaglio cortó, jugó para Ortiz y éste, ante una defensa abierta, asistió a Quaranta, quien se tomó un poco más de tiempo, pero terminó abriendo el marcador tras eludir a Giraudo.
El 1-0 desesperó un poco al local, que siguió apostando con Navarro ante el poco desequilibrio que brindó Gabetta, pero le faltó ser más punzante.
Para colmo, en cada tiro libre o córner a su favor, Colón terminaba sufriendo. Es que, Ascasubi despejó cada envío, Ortiz se adueñó de los rebotes con facilidad, encabezando así un par de réplicas peligrosas (Colón quedaba mano a mano atrás).
Aparte, el local se complicó feo en algunas salidas desde el fondo y una de ellas terminó con otro gol en contra. Lazo la jugó mal, se la dejó al hábil Devera, quien jugó para Ortiz, éste esperó a Pittaro, quien definió con perfecto derechazo: 2-0.

s Gran reacción

Colón cambió considerablemente tras el entretiempo. Esta vez, tuvo desbordes, mejor circulación y profundidad. Con Gabetta iluminado, Fernández desequilibrante y Sandrone dentro del área, sumado al criterio de Tottis y el equilibrio de Luppo, creció considerablemente, a tal punto que desnudó todas las falencias defensivas de la visita, que fue mínima oposición.
Entonces, Gabetta, tras dejar varios hombres en el camino, cedió a Sandrone, quien logró el descuento a los 11 minutos, luego, Fernández desequilibró por derecha, eludió un par de rivales y habilitó a Sandrone, quien, tras perfecto giro, dejó atrás a Maidana, pero éste le cometió clara falta. Penal, expulsión para el ex Talleres de Córdoba (evidenció falta de competencia) y después también para Gabetta (habló de más mientras se retiraba el marcador central).
Más allá de algunos minutos de espera, José Fernández logró el empate desde los doce pasos e ilusionó a todo Colón, que explotó de felicidad dos minutos después, cuando Sandrone realizó una maravillosa jugada personal y facturó con un zurdazo el 3-2, para dar vuelta un resultado negativo, impensado tras el primer tiempo, pero el partido todavía tenía tiempo para más.
Y, en los minutos que quedaron, fue Ascasubi el que jugó en campo contrario, apretó, su técnica metió mayor frescura adelante, y justamente, dos ingresados, fueron los precursores del empate, a los 37 minutos.
Después, el calor y el gran desgaste físico cobró factura, no hubo para más en los minutos que restaban y todo terminó en empate, que originó que quedaran tres elencos en la cima, una vez llegada la noticia del triunfo agónico de Alem.

La figura
Leandro Sandrone, con sus apariciones goleadoras y autor de un golazo, fue vital para la remontada del “rojinegro”, mientras que Leandro Ortiz fue el más desequilibrante en la visita, con pinceladas de habilidad y dos asistencias.

El árbitro
Alberto Rodríguez cumplió en la tarde de ayer. Expulsó correctamente a Maidana y seguro en la roja a Gabetta, quien, al parecer, habló de más estando amonestado. Dirigió de cerca y, si bien tuvo algunos errores, no incidió. No hubo offside en el tercer gol de la visita.