Un grupo de vecinos de los barrios Güemes, Mariano Moreno y Roque Sáenz Peña, se reunieron ayer con el auditor General Ricardo Borsato para solicitarle arbitre los medios para que el descampado (utilizado actualmente como basural) que se ubica entre bulevar Colón y las calles Ramiro Suárez, José Müller y Bruno Ceballos sea transformado en un paseo público.
La demanda también apunta a la dotación de luminarias, las calles aledañas al inmueble ubicado en el ingreso suroeste a Villa María.
Para lograr el objetivo, el funcionario debería mediar entre los frentistas, los dueños del extenso terreno y autoridades municipales para que éstos accedan a que se resignifique el lugar y sus alrededores con adecuada señalización e iluminación, hasta tanto el inmueble sea vendido u ocupado.
Vale destacar que la preocupación de los frentistas, se vio incrementada durante las últimas semanas por la acumulación de residuos que se realizaron en los espacios luego de la intensa tormenta de lluvia, viento y granizo que azotó a la ciudad a principios de mes.
La falta de espacios verdes utilizados para actividades de esparcimiento en la zona, fue otro de los factores que impulsó al grupo de vecinos para elevar su pedido ante el ombudsman local.
“En este sector de la ciudad hay pocos espacios verdes y ante ello hemos pedido que se construya una plazoleta en el lugar”, explicó Stella Maris Cabrera, una de las integrantes del grupo que se reunió con Borsato.
“No pedimos que se expropie el lugar sino que se parquice”, advirtió la conocida comunicadora que habita en proximidades del lugar.
“De concretarse lo que proyectamos, serviría para que la gente haga otro uso del lugar y no arroje más basura como lo vienen haciendo hasta ahora”, recalcó Cabrera.
“El auditor se comprometió a ponerse a trabajar sobre el tema y nos pidió que realicemos una nota que lleve la firma y aval de los vecinos, la que confeccionaremos y presentaremos a la brevedad”, concluyó la entrevistada por EL DIARIO.
Cabe recordar que días atrás, este medio publicó imágenes del descampado poblado de malezas, basura y residuos de todo tipo. Aunque la mayor parte del lugar ya ha sido limpiado por operarios municipales, todavía resta que el municipio complete su tarea llevándose al lugar que corresponde los desperdicios que están en el lugar.
“Los vecinos nos estamos turnando para hacer guardia y rechazar a aquellos que quieren ensuciar con sus desechos.”
“La gente ve que hay basura y tiran más. Es ésta práctica la que queremos desterrar, evitando que este lugar se transforme en un gran foco infeccioso. Necesitamos un espacio verde que sea respetado y cuidado por todos”, concluyó Stella Maris.
Según pudo conocer este matutino, los impulsores de la idea se reunirán en los próximos días con vecinalistas del sector para hacerles conocer el proyecto y sumarlos a la iniciativa.