Edicion: 2015-07-01
Hoy en Tapa de Papel | Ediciones Anteriores
NOTICIAS SUPLEMENTOS SERVICIOS CONTACTO QUIENES SOMOS
Portada  »  Opiniones  »  ¿Por qué nos cuesta tanto?
27 de Enero de 2010
Los lectores también escriben
¿Por qué nos cuesta tanto?
Compartir Compartir Imprimir

Días pasados, a raíz de una situación que me tocó vivir, me llevó a una reflexión: por qué nos cuesta tanto demostrar lo que sentimos; por qué nos cuesta mostrar nuestras emociones; por qué nos cuesta decirle a un amigo o amiga, a un hermano o hermana, a un familiar, a nuestros hijos mayores (cuando son pequeños se lo decimos a diario) a nuestros padres, abuelos, a nuestra pareja, decirles un “te quiero”; por qué nos da vergüenza de expresar o mostrar nuestras emociones, el decirle al otro lo mucho que significa para nosotros, lo mucho que nos hace falta, lo mucho que nos importa, o tal vez pensamos que por hacerlo estamos más debilitados emocionalmente y la verdad que no es así, hagamos la prueba.
Debemos aprovechar de decirles a nuestros afectos lo mucho que los queremos, darles un abrazo, una palmadita, un beso, una mirada, ya que de esa manera también estamos transmitiendo energía que contiene mucho amor, bondad y que nos va a hacer sentir bien a nosotros y mucho mejor a los otros.
Por qué a veces es más fácil destacar lo no tan bueno de una persona y somos muy rápidos a la hora de juzgar a otros; por qué a la hora de destacar las virtudes nos cuesta tanto.
Bueno, creo que hay que cambiar esa manera de pensar y de actuar, ya que actuando de una buena manera nos vamos a comunicar mejor con los otros y estaremos más en sintonía con la plenitud de disfrutar y de poder jugar este partido que es la vida y no quedarnos en el banco de los suplentes por no encontrar dentro nuestro la bondad hacia los otros.
También quería comentarles el hecho de la elegancia de ser agradecidos, ya que una de las cualidades que manifiesta claramente la madurez, la salud psicológica y la calidad humana de una persona que es su capacidad de agradecer. Lamentablemente, nos olvidamos de ser agradecidos con las personas que pasan por nuestra vida.
El hombre es un ser que necesita de los demás. No podemos concebir la vida del hombre o la mujer sin otros hombres o mujeres. Para hacer las cosas en la vida es necesario apoyarse en los demás, en el sentido más noble, convivir es “vivir con”. Y eso es lo que hacemos de una forma habitual.
Actualmente, en esta sociedad todos nos creemos sujetos de derechos, por lo tanto tengo derecho a todo, en lo personal y en lo profesional, pues entonces no tengo nada que agradecer. Todo lo que los demás hacen por nosotros es su obligación. No agradezco nada.
Nos hemos olvidado de dar las gracias, de felicitar a alguien si ha hecho bien su trabajo o nos ha prestado un servicio eficiente. Creo que es tan sólo algunos segundos para ser agradecido para destacar el trabajo que han hecho, y eso es muy importante y hace a la convivencia con los otros.
Si usted va a un lugar, por ejemplo la peluquería, y le ha gustado el trabajo que le han hecho, es muy oportuno agradecerle al empleado o empleada por el servicio prestado, al jardinero, a la persona que atiende su casa y sus hijos, porque si bien pagamos por ello y es responsabilidad del otro atendernos bien, no está de más hacerle ver nuestro agrado para con su trabajo y también felicitarlo.
Actualmente se está educando poco en el agradecimiento; es una de las razones por las que la educación es de poca calidad. Agradecer es estar en deuda con el otro. De alguna manera se adquiere un compromiso y eso es lo que se rechaza: “No quiero cuentas pendientes con los demás”.
Parece que agradecer fuera una muestra de debilidad... ¡como si el hombre se bastara a sí mismo!
Llamamos a los otros cuando los necesitamos, pero luego no agradecemos... ¡no vaya a ser que se lo crean!
La felicidad pasa por el agradecimiento, una persona agradecida no es resentida. Agradecer aumenta la paz interior y, por lo tanto, la paz ambiental.
Donde hay una persona agradecida hay sonrisas, hay calidad de vida. No olvidemos que estamos hablando de la calidad de vida de una persona, será por eso que cada vez se piden más referencias personales, vidas que sirvan de referente.
“Para instruir a las personas se necesita dinero, para educarlas se necesitan vidas.”
Susana Buffoni de Montero

Otras notas de la seccion Opiniones
  • Escriben los lectores
  • Escriben los lectores
  • Una historia, entre tantas
  • Los lectores también escriben
  • Lamentable


  • Humor
    Noticias » Locales » Regionales » Policiales y Judiciales » Deportes » Culturales » Especiales » Opiniones
    Suplementos » Tiempo de Salud » Arquitectura » Horas Libres » Rural » Cultura » Viajes »
    Archivo formato anterior » 2001 » 2002 » 2003 » 2004 » 2005 » 2006 » 2007 » 2008
    Servicios » Fúnebres » Clima »
    REPORTÁ UNA NOTICIA

    Si tenés una noticia comunicate
    E-mail: lector.escribe@eldiariocba.com.ar
    Teléfono: 0353-4523976 (Redacción)
    PUBLICIDAD

    E-mail: publicidad@eldiariocba.com.ar
    Teléfono: 0353-4523976 (Publicidad)
    Celular: 0353-154199702
    NUESTROS DATOS

    El Diario del Centro del País es editado por la Cooperativa Comunicar en Periodistas Argentinos 466/474, ciudad de Villa María, República Argentina
    Teléfonos: 0353-4523976 y 0353-4613126
    E-mail: eldiario@eldiariocba.com.ar

    Copyright 2008-2024 Cooperativa Comunicar.   WfxGroup - Administracion de publicidad para sitios de alto trafico - Villa Maria - Cordoba WfxGroup - Diseño y programacion Web - Villa Maria - Cordoba