Hace unos días declaraba el legislador Marcelo Frossasco que las empresas habían “complicado” a EPEC, de lo cual se deduce que, debe haber menos empresas o menos producción, para que no tenga problemas EPEC.
Me parece que este problema del generador (o el transformador o no sé qué…porque lo que de veras sé es ir a pagar la boleta todos los meses) que hunde en un sinfín de problemas a tres millones de cordobeses (o sea, al segundo estado del país) debe ser culpa de una conspiración mediática, o de los oligarcas que se ponen a producir “por demás” o de la derecha. No, mi amigo, no es un problema de la falta de inversión en energía, ¡por favor!, si estamos viendo un crecimiento nunca visto en el bicentenario del país… Acaso sea culpa de usted que, cuando puede, prende el aire acondicionado, el ventilador o resopla, o culpa mía, por abrir demasiado la heladera.
¿Calor? Te lo merecés porque prácticamente regalan la energía eléctrica -habrás leído los carteles impresos en las facturas y los papelitos adjuntos donde explicaban el costo de la energía eléctrica en los países “en serio”, es decir, en los países donde la gente paga lo que corresponde y no como aquí que lo subsidian todo- y ni se te vaya a ocurrir culpar a Transener (no sé si se llama así) o a Electroingeniería porque están relacionadas con la obra pública de la presidenta o del ex-presidente porque para ellos la culpa la tiene EPEC o Schiaretti, o las dificultades del crédito internacional, o el Banco Central, Mirtha Legrand, Basile o la Hiena Barrios.
Pero, en verdad, la culpa es de la Corriente del Niño o la Niña (últimamente hay que saber tantas cosas, escuchar tantas explicaciones mientras se pudre la comida, se angustia la gente y se detiene el país, que uno termina dudando, confundiendo, efecto y causa).
Vino un pícaro a explicarme que este era un problema viejo, como la deuda externa, la corrupción, la negligencia, el doble discurso y la mentira… era un muchacho que vendía generadores….
Así es la cosa, cabezón, jodéte, que en febrero y después igual vas a pagar la boleta y si no te cortan el servicio y andáte a las sierras y chau… ¡ma qué calor o calor…!
Alejandro Schmidt
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