"El país comenzó a caminar de otra manera, sin que lo metieran en el andador o lo llevasen atado de una cuerda; el país se estructuró durante la marcha misma; el país remueve sus cimientos y rehace su historia. Pero claro, vos estás preocupado, y yo lo comprendo; porque no hay té de Ceilán." (Enrique Santos Discépolo) Pero mira que sos porfiado. Intimamente sabés que te están engrupiendo pero seguís comprando espejos que deforman la realidad, y te empeñas en prestarle el oído al gran espejo, esas corporaciones mediáticas, que te ametrallan con proféticas calamidades no cumplidas y catastróficas noticias de cosas que no han sucedido. Ah, ¿todavía no me crees? Recordemos juntos. No hace ya seis años que los gurúes económicos (nacionales y locales) y las pitonisas políticas se vienen equivocando con sus agoreros pronósticos sobre lo mal que nos va a ir, mientras el país, con dificultades, es cierto, continúa avanzando y creciendo. No dijeron durante todo el año pasado que tendríamos que importar trigo y días atrás se anunció a la mesa de enlace la liberación para la exportación de un millón de toneladas de este cereal. No batían parche todos los días sobre la necesidad que tendríamos de importar carne, y 2009 fue un año récord en exportación de carnes argentinas, más de quinientas mil toneladas. No decían lo mismo de la leche y la realidad demostró que durante 2009 se exportaron setecientas mil toneladas del nutritivo alimento. No sostuvieron en cuanto programa televisivo de la corporación mediática al que fueron invitados que el grave problema que tendríamos sería la caída estrepitosa de la recaudación, y la misma creció durante 2009 en diecisiete mil millones de dólares. No pregonaban la paralización y el derrumbe de la actividad industrial poniendo como ejemplo de esta caída a la industria automotor, siendo que la misma cerró el año 2009 con quinientos mil automóviles producidos y una producción proyectada de setecientos mil unidades para este 2010. No pronosticaban para el segundo semestre de 2009 una profunda recesión de la economía argentina, y los datos del cuarto trimestre muestran una economía con índices de crecimiento positivos y un importante superávit comercial. No vociferaron que la desocupación treparía a un 12%, mientras la misma bajo del 9,1% al 8,4% durante el 2009. No vienen profetizando desde hace años un dólar a diez pesos y gente desesperada y hambrienta tomando los supermercados, cuando mes a mes crece el consumo, la gente recobra la posibilidad de vacacionar y las salas de espectáculos deben agregar funciones por la afluencia de espectadores. ¿Algo recordaste no? Y sí, esa versión fatalista de la realidad te la pasan mañana, tarde y noche. Los grandes medios de comunicación y algunos chicos también, que repiten como loros, a una mala noticia la transforman por arte de la repetición constante en cientos de malas noticias, tantas que parece mentira que puedan suceder en un solo país al mismo tiempo. Sí, ya sé, como al pasar te ganó la duda. ¿Cómo es posible que en el marco de la monumental crisis económica internacional este país al que le va tan mal no se haya hundido como sucedió tantas otras veces ante problemas muchos menores? Ah, te comenzás a dar cuenta. Y sí, buscan generar desánimo y miedo, porque el miedo paraliza y nos hace aceptar cualquier receta mágica proveniente de esos curanderos adoradores del dios libre mercado, o del Estado si los beneficia a ellos, a esos pocos que quieren ser cada vez menos y quedarse con todo. Haceme caso, para saber lo que pasa dejá de mirar espejos, recordá la historia trágica de los espejitos de colores para nuestro continente. Pregúntale al morocho del lado o a Discepolín que te va a decir que "para alcanzar lo que se está alcanzando hubo que resistir y vencer las más crueles penitencias del extranjero y los más ingratos sabotajes a este momento de lucha y felicidad. Porque vos estás ganando una guerra. Y la estás ganando mientras vas al cine, comés cuatro veces al día y sentís el ruido alegre y rendidor que hace el metabolismo de todos los tuyos". Nota de la Redacción: Gerardo Russo es profesor de Historia, militante peronista y titular de la Universidad Popular.
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