Conforman una delegación de 40 personas (entre adultos y niños) de Río Bermejito, una pequeña localidad enclavada en el corazón del "Impenetrable" chaqueño.
Este grupo de padres y pequeños jugadores integran el club "El Porvenir" (fundado hace ocho meses) y vinieron a la ciudad para participar del Torneo infantil “Copa Villa María”.
Lo lamentable es que debido a un percance económico deberán retirarse antes de la competencia.
"La Municipalidad de nuestro pueblo se comprometió en ayudarnos con fondos para solventar los gastos de traslado y estadía. Dos días antes de salir hacia acá, el intendente y otros funcionarios salieron de vacaciones y no supimos más de ellos. Hasta apagaron sus teléfonos", comentó a EL DIARIO, el responsable de la delegación, Gustavo Molina.
Vale consignar que el grupo de chaqueños se alojan en carpas en las instalaciones del Club Asociación Española en Villa Nueva.
Con la promesa hecha a los chicos de viajar hacia la provincia de Córdoba y compromisos asumidos con el transporte y la organización del evento, el grupo de padres se las ingenió para afrontar el desafío y decir presente en el torneo.
"Hicimos todo el esfuerzo posible pero no nos alcanza. Nos quedan fondos para pagar el alojamiento (560 pesos por jornada) y quedarnos hasta mañana (por hoy martes)", informó Molina.
Vale recordar que el multitudinario encuentro futbolístico se extiende hasta el próximo viernes.
Ayer, luego de disfrutar junto a los niños de un chapuzón en el río Ctalamochita, Gustavo no podía ocultar su desazón.
"No queremos dar lástima pidiendo. El problema no lo tenemos acá sino en el Chaco donde los que se comprometieron con este sueño que viven los chicos hoy, nos fallaron por completo", agregó.
"El 80% de los chicos que vinieron son descendientes de aborígenes, muy humildes y con escasas probabilidades de poder vivenciar esta experiencia nuevamente", rescató el consultado por este matutino.
"Estamos al límite pero nos rebuscamos para que los chicos sólo disfruten de este momento tan lindo”, dijo el hombre.
“Hay pibes que vinieron con dos muditas de ropa y las mamás que nos acompañan se las lavan todos los días para que no les falte nada", relató Molina.
“Nos gustaría quedarnos y que los chicos completen esta posibilidad fantástica de viajar a una tierra hermosa para hacer lo que más les gusta: correr tras la pelota y divertirse”, concluyó.