“El sobreseimiento de los imputados era algo previsible, no porque no tuvieran culpa, sino porque no confío en el Poder Judicial argentino.”
Las repercusiones sobre el fallo de la Justicia sobre la "Tragedia de Lapa" no cesa de recolectar manifestaciones de rechazo. La frase la disparó el hernandense Alberto Miranda, quien se desempeñó como piloto en esa línea aérea. Tras darse a conocer la sentencia por la causa originada tras el accidente del vuelo 3142 de Lapa, acaecido el 31 de agosto de 1999 y que provocó 65 muertes, luego que el avión con destino a Córdoba, se incendiara a poco de despegar del Aeroparque Metropolitano “Jorge Newbery” e impactara contra un terraplén lindante al complejo de Punta Carrasco, las críticas no paran y los familiares de las víctimas adelantaron la apelación del fallo.

Una encrucijada

Miranda comentó a Radio RH1 de Hernando que “los niveles intermedios que cumplían órdenes estaban en la encrucijada entre mantener su cargo, posición o empleo cumpliendo con lo que se le ordenaba o renunciar”. El piloto hernandense fue testigo dentro de este juicio, declarando a lo largo de unas seis horas, donde además de dar cuenta de las irregularidades que se cometían aportó pruebas escritas irrefutables que respaldaban sus dichos. A lo largo de su relato Miranda expresó que “no se debe confundir a la gente: una cosa es la justicia que es una virtud, otra cosa es el Poder Judicial de nuestro país que debería administrar justicia y en una sociedad como la nuestra la justicia no va por el mismo lado que el Poder Judicial”. Consideró que la comisión de Irregularidades no era sólo por parte de la empresa, sino también de la autoridad competente encargada del contralor.

¿Una broma?

En diálogo con la emisora hernandense recordó que al finalizar su declaración en el juicio se sinceró frente a uno de los jueces diciéndole que no confiaba en el Poder Judicial y éste -no sabe si en broma o en serio- le respondió: “Lo bien que hace”, expresión que finalmente le dio la razón respecto de su descreimiento del sistema judicial nacional.
“Era una tragedia anunciada, no había dudas de que iba a ocurrir, sólo faltaba saber cuándo sucedería”, finalizó.