Perder a un hijo no tiene nombre. Sobrellevar una vida después de semejante tragedia se llama coraje y tesón.
Lucía Gigena de Deheza quiere plasmar firmeza en sus palabras pero ante cada pregunta relacionada a su hijo de 18 años que falleciera en un accidente de tránsito el 10 de agosto de 2009, sus ojos se convierten en mares y su voz se entrecorta invariablemente.
La mujer que todas las noches se aferra a la cuellera de Damián (el único elemento, junto a un rosario, que no quedara destruido tras el episodio), intenta reunir fuerzas para dar cuenta a la prensa de la actividad prevista para esta tarde en el teatrino del subnivel a partir de las 18.
Como representante local de la Fundación Laura Cristina Ambrosio Battistel, será parte de la jornada de concientización sobre accidentología vial, cuya acción simbólica se extiende en la colocación de "Estrellas amarillas", recordando a las víctimas causadas por este flagelo que en nuestro país se cobra entre 24 y 30 personas por día.
Del acto participarán autoridades municipales, el titular de la fundación Julio Ambrosio, el vicecónsul de Haití en Córdoba, Claude Volcy, (ver aparte), el padre Darío Barrera de la Sagrada Familia, el pastor Pedro Carballo de la iglesia Visión de Futuro y representantes de las iglesias Cristiana Evangélica y la de los Santos de los Ultimos Días.
Además, actuará la banda Una vez más (compuesta por un amigo de Damián) y asistirán los "Jóvenes por la vida" (la rama juvenil de la fundación) con integrantes de Los Cóndores, Laboulaye, Río Tercero y La Carlota (más adhesiones de Pasco y Ausonia) junto a los amigos de Damián (alrededor de 13 compañeros del secundario del Instituto Belgrano) y "Guardianes del camino" (nueve familiares de víctimas de nuestra ciudad y Villa Nueva). Hoy se colocará una gran estrella de dos metros de diámetro en el centro del teatrino y el lunes a las 22.45 -hora del accidente de Deheza- se instalará una más pequeña en Alem y San Juan.

Llamados amenazantes

Lucía todavía no sale de su asombro cuando relata que recibió amenazas en su teléfono. "Me decían 'negra de m... dejá de seguir con lo que estás haciendo si no van a tener consecuencias vos o tu familia'. No denuncié los llamados en la Policía. Les dije que si quieren me pueden venir a buscar, que den la cara, no les tengo miedo", subrayó.
"Si alguien piensa que hago esto por rencor, contra alguien en especial (N. de R.: Lucía se cuida de no decir en ningún momento los nombres de posibles implicados en la muerte de su hijo, causa que todavía debe definirse en Tribunales) está equivocado. Yo tengo mucha bronca, por supuesto, pero ahora entiendo mi responsabilidad aquí, que es la de cuidar a los demás. Esto es para que no pase nunca más", añade.
"A los pocos días del accidente los amigos de mi hijo querían sacarse ese odio y yo los calmaba. Por eso primero organizamos una volanteada, después una misa y luego una pequeña campaña de concientización. En cada uno de ellos hay una parte de mi hijo. En estos días, como no teníamos plata para pagar publicidad callejera del acto, ellos donaron un poco cada uno", remarca.

Su primo, 4 años atrás

Damián, en 2005, había llorado la muerte de su joven primo Hugo Osorio, también fallecido en un múltiple siniestro vial. "Desde aquel día -cuenta Lucía- él se había tomado muy en serio lo que te puede pasar conduciendo. Siempre se cuidaba, hasta los sábados no salía con la moto por precaución. Por eso se nos hace tan difícil entender su muerte", añade.
"Al principio me preguntaba ¿y por qué me pasó esto a mí? Uno se vuelve egoísta en el dolor y no reconoce el dolor de los demás. Cuando entré a la fundación y escuché las historias de los padres, me dije ¿y por qué no a mí?".
La mujer, ama de casa, que sigue acompañada por su esposo Marcelo (60), su hija Marcela (32) y su nieta Iara (8), que en un momento se quiso “dejar morir", que bajara 20 kilos en poco tiempo y que dejara la terapia porque entiende que la fundación es “la soga” que necesita para no hundirse, sólo espera que se haga justicia.
Al finalizar la entrevista, mira a los ojos del cronista y le pide: "Cuidate". No lo dice en vano.

J.R.S.


"Estrellas amarillas"

La “campaña de las estrellas amarillas” fue lanzada el pasado 29 de noviembre de 2009 en la localidad de Río Primero y la Fundación que preside Julio Ambrosio ya ha realizado actos en 19 localidades del interior cordobés. Además, la iniciativa ha sido declarada de interés municipal por 65 municipios cordobeses y de interés legislativo en Córdoba, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Provincia de Buenos Aires, Neuquén, La Pampa y Santa Fe.