En un austero garaje del barrio Barrancas del Río se llevó a cabo, días atrás, una exitosa intervención quirúrgica a Felipe, un pony con graves problemas de salud encontrado en barrio Los Olmos.
Con una infección importante en la zona de los genitales, la pobre bestia fue socorrida, en primer término, por la integrante de la Asociación Protectora de Animales Edith Allende y el vecino Horacio Fortucci.
Allende y Fortucci, caminaron desde Los Olmos hasta Barrancas (casi 3 kilómetros de distancia), con el equino tirado de una soga.
En una casa de la barriada que se erige a la vera del río Ctalamochita, Felipe (además de bañado y alimentado) fue revisado por el médico veterinario Fabián Ceculini.
Con pocas esperanzas de sobrevida, el facultativo recomendó una cirugía que debía realizarse lo más urgente posible.
Sin pensarlo dos veces, los vecinos apostaron por la vida de Felipe y merced al pedido del veterinario, convocaron a un especialista de la ciudad de Córdoba.
Al día siguiente, los médicos Néstor Grandoli y Ceculini decidieron afrontar la "patriada" de amor al semejante.
Subidos en cajones de cerveza y refrigerados por ventiladores enchufados a un equipo electrógeno (merced a la generosidad de otro vecino del lugar ante los continuos cortes de energía), los cirujanos operaron a Felipe, por casi cuatro horas, ante la mirada atónita de casi todos los vecinos.
Finalizada la intervención, el animal fue llevado a un patio cercano. Todos esperaban alguna reacción, una señal.
Tras varios minutos, el pony abrió uno de sus ojos secos y rasgados como agradeciendo la presencia de decenas de voluntades solidarias.
La alegría por el pequeño gesto del equino, dicen, fue conmovedora. Todos los vecinos se preocuparon y movilizaron por la salud del animal.
De todos modos, y a pesar del esfuerzo médico y vecinal por recuperarle su salud, el pony moriría.
"Hoy, Felipe dejó de existir en este mundo que quizás para él fue duro", expresa Amanda Teresa "Almendra", quien fue la que nos hizo conocer esta historia.
"Gracias Felipe, porque en ese acercamiento hacia ti se produjo otro milagro: Que los vecinos nos uniéramos más en la pena y la ternura haciendo brotar el gran sentimientos que une a los hombres, la solidaridad", concluyó Amanda.