EL DIARIO Rural dialogó con el ingeniero agrónomo Jorge Fraschina, coordinador del área de Mejoramiento Genético Vegetal del INTA Marcos Juárez, especialista en trigo, quien brindó información sobre diversas situaciones que hacen a este cereal como producto y como producción agrícola, sobre la situación general y particular de algunos sectores, poniendo énfasis en la necesidad de diversificar los cultivos y en la necesidad de incorporar gramíneas en las rotaciones.

Expectativas 2010

"El resultado del trigo de la última campaña, fue distinto de acuerdo a los ambientes que le tocaron a cada cultivo. Hubo un ambiente general de muy baja humedad al principio de la siembra, lo que hizo que se sembrara muy poco trigo en la zona central de la provincia", dijo Fraschina.
Marcó que "la calidad en general no tiene relación con los bajos rindes, pudo haber sucedido en algunos casos que las heladas tardías hayan afectado algún momento importante del llenado de espiga, que aunque luego se recompuso algo en humedad, el daño ya había sido importante. En algunos casos los rindes fueron buenos, de alrededor de 3 mil a 3.500 kilogramos, en otras algunos superaron los 2 mil, pero nos estamos refiriendo a muy bajas superficies, ya que también es muy baja la superficie dedicada al cultivo de trigo".
"La problemática se extendió a los molinos harineros, ya que se encuentran con poco trigo disponible y a veces la calidad no termina de conformarlos. Sin embargo, las variedades que se están manejando, requieren de manejos especiales, en los cuales el productor está priorizando el rendimiento, porque a la calidad no se la pagan", afirmó Fraschina
Para el ingeniero, "la próxima campaña, de acuerdo a las lluvias caídas y a los pronósticos climáticos previstos, las perspectivas son mejores, ya que además se cuenta con reservas muy buenas de agua en los perfiles de suelo, marcando una gran diferencia con lo que fue el año anterior".

Preocupación

"La realidad de la región, no es ajena de lo que pasa a nivel nacional", expresó Fraschina, ya que, continúo, "el sector molinero tiene una demanda, que es todo el consumo interno de la harina a lo largo del año y son cantidades en realidad pequeñas al momento de querer lograr formar precios, o conseguir la mercadería a un precio diferencial".
"La preocupación de los molineros y de los productores, y es fácil de entenderlo, es el futuro, la continuidad de la producción de trigo. El sector está intentando lograr la transparencia de precios y ésa es una parte de la puja", manifestó.
De todas formas, formuló que "soluciones existen, cada sector de la cadena puede plantear una solución. Por ejemplo, la provincia de Entre Ríos, que fue la que mejor rindes tuvo, ya que recibió un régimen de lluvias apropiado, también fue la primera en cosechar y la primera en encontrarse con esa problemática, tener una excelente producción de trigo y no tener precios; también sucedió en algunos lugares de la provincia de Buenos Aires".
"A raíz de estos sucesos, comenzaron reuniones a nivel de producciones, los planteos de las provincias hacia el Estado nacional, especialmente al Ministerio de Agricultura, para tratar de buscar salidas", afirmó.

Mesa cordobesa

"A fines de enero el Ministerio de Agricultura, convocó a una mesa donde nos sentamos todos los sectores, desde el productivo al industrial, los técnicos y los fabricantes de pan y pastas frescas. Allí surgieron perspectivas para que se mantenga y aumente la producción de trigo, exigen salir de esta coyuntura, a eso hay sumarle que el productor debe tener algún incentivo para producir trigo, que sea redituable, para que le convenga sembrarlo. El incentivo en general es el precio", puntualizó el ingeniero. Indicó que "éstas son relativas, porque deben condecir con las que se tomen a nivel nacional, pero significa un paso interesante".
"Si continúa esta situación, el productor se inclinará a siembras que requieran menos inversión, que sean seguras al momento de la venta", añadió.