Escribe: Juan José Coronell
(especial para EL DIARIO)

La terminal de Córdoba agolpada por fanáticos, una ruta hacia la comuna de San Roque invadida por quienes hicieron de este festival un ritual. Miles y miles caminando al lado de la ruta -sufriendo un calor insoportable- que son los mismos miles que al cabo de una hora acompañan al paisaje montañoso. Tres escenarios, donde en el principal entre banda y banda Peter Capusotto y sus vídeos hacen olvidar el tiempo de espera y producen más de una carcajada.
El mismo personaje posee un museo dentro del predio de lo más desopilante. El antecedente de un libro oficial del festival que cuenta todo lo sucedido en esta década de rock, una grilla con artistas de lujo, una organización y la estructura característica de diez años de aprendizaje.
Esto fue lo que se vio el primer día del Cosquín Rock 2010. En el año de la décima edición, no falta nada ni falta nadie, ya que se calcula que en la primera noche los que se llegaron hasta la comuna hicieron una cifra de alrededor de 20 mil personas.
En un primer día lleno de rock, pasión y recuerdos, el festival permitió momentos de certificación de algunos grupos más allá de la confirmación para con los grupos más convocantes.
Entre los primeros y los que tocaron en el escenario temático se encuentran Mil Hormigas, el grupo del ex jugador de Vélez y Boca Fernando Pandolfi, que en conferencia de prensa no dejó de mostrar la emoción por haber podido localizar a sus primeros fanáticos, o Tristemente Célebres el grupo donde toca el periodista Eduardo De la Puente que se veía emocionado por el avance del grupo, ya que tocaron a las 21, por lo que el reconocimiento a esta banda que suena cada vez mejor fue inevitable.
También bandas como Steinen y la cordobesa Santa Esquina que hicieron una muy buena “previa” antes que tocara Viejas Locas.
En el escenario principal, entre los más aplaudidos estuvieron El Cuarteto de Nos. Una banda uruguaya que cada vez está sumando más seguidores en Argentina y que le bastó con media hora de show para demostrar que son cosa seria.
Las Pastillas del Abuelo fue el primero que juntó a muchos al borde del escenario y permitió los primeros “pogos” masivos del festival, tocando sus éxitos y hasta haciendo alusión al problema de la minería a cielo abierto. Las Pelotas mostraron lo mejor de ellos. Pasaron por varios temas, por todos los climas y pegándole al último Premio Nobel de la Paz Barack Obama.
Luego vendría el guitarrista hero más importante de la Argentina, Okay, que lograría combinar muy bien temas propios con éxitos de Los Redondos y fue así que el mayor “pogo” de la noche fue cuando se escuchó Jijiji, cuando empezaba la retirada.
Por último Emir Kusturica y su banda hicieron bailar y delirar a todos los que estaban en ese momento. Fue uno de los shows que más se disfrutó en la noche y en el que más se bailó, mientras que en el escenario temático estaba Viejas Locas con sus presentaciones que nos dejan ver a un Pitty Alvarez bien luego de su tratamiento y una de las bandas más importantes de la actualidad.
Así se terminó el primer día del festival. Con la sensación de saber que se está presente en el festival de rock más grande del interior del país. El más esperado por sus organizadores y hasta ahora uno de los más disfrutados. Quedó la sensación en el primer día de que el rock es una manera de sentir la vida y porqué no -como dijo De la Puente en conferencia- “vida sin más, porque en toda etapa de nuestras vidas hay música, vivimos de la música y vivimos por la música…”.