El popular cantante y otrora gobernador de Tucumán viajaba ayer rumbo a Santa Fe cuando EL DIARIO trataba de establecer contacto a modo de anticipo de su visita prevista para esta noche.
Entre comunicaciones entrecortadas arriba de la ruta (debido al mal tiempo y los imponderables de las señales de celular), el cronista le propone realizar otro tipo de viaje; un recorrido hacia su pasado constatando anécdotas relacionadas con nuestra ciudad.
Con su memoria en reversa, le preguntamos sobre su última actuación en Villa María. "Supongo que habrá sido en el ´82 u ´83 -rememora Palito- después de haber organizado lo de Frank Sinatra en Buenos Aires (Nota de Redacción: el artista produjo el show de "La Voz" en el Luna Park, todavía en tiempos de dictadura. Debido a las intermitencias de la moneda en aquel momento, debió solventarlo con sus propios bienes en dólares). Tras ese evento salí de gira por todo el país durante tres años hasta 1984. Luego me había trasladado hasta Estados Unidos. De Villa María tengo un recuerdo muy claro del Anfiteatro, de una estructura imponente. Me han contado que lo han modificado y que le han agregado butacas, lo cual me parece excelente".

- La anécdota que más recuerdan en nuestra ciudad es aquella donde terminó cayendo en un pozo. ¿Lo recuerda?
- (Risas). Historias de giras tengo un montón y de aquella me acuerdo, pero no recordaba con precisión si era Villa María. En esa época yo cantaba y salía disparando para un costado, saltando a la tapia de un vecino o algo por el estilo para escapar del público porque era todo un tumulto que se te venía encima. Y recuerdo a un borrachito que se quedaba al costado y era como que me desafiaba a ver dónde iba yo a salir. En eso colocan una escalera para que yo traspase la pared y salte hacia la casa del lado. Pero no se le ocurre otra cosa al tipo que subirse también. Al final nos caímos los dos y nos hundimos en un pozo con cal. Después vino la vecina y nos reclamó qué estábamos haciendo, pero al rato nos trae algo para limpiarnos y a mí me deja asearme en su casa. Fue una situación tragicómica, pero que ahora nos da risa.

- ¿Y ha tenido otras historias del mismo estilo?
- En Chaco me pasó algo bastante raro. Había hecho lo mismo que en Villa María, saltar la tapia hacia un costado. Cuando caigo siento que dos brazos me levantan y era una mujer que lloraba y me decía: "Por qué no te reís nunca". Después quería pegarme. Le había agarrado un ataque de nervios y yo no entendía nada. En otro lado, también me pasó que yo me bajaba del show y una mujer se cayó y la amiga le decía: “Levantate boluda que se nos va”, sin ayudar a la chica a levantarse.

- Es como para escribir un libro...
- La verdad que sí. En realidad estoy preparando mi autobiografía donde voy a plasmar mi carrera desde mi niñez hasta la actualidad. Espero que en mis últimos años alguno de mis hijos o nietos le interese y lo publique.

- ¿Qué repertorio va a desarrollar en el Festival?
- Para un artista de mi trayectoria es imposible no interpretar las canciones clásicas que quiere el público. Si canto algo nuevo, que si agarro la guitarrita podría hacerlo tranquilamente, no sería lo mismo. Es como si Cacho Castaña no cantara “Café la humedad”.