Nos recibe tejiendo un gran trabajo al croché en blanco puro que llama la atención por su perfección y luminosidad.
Lo hace contenta y rodeada de los suyos, que en ese momento están abocados a alguna tarea de tipo gastronómica en general, como indica la tradición familiar. Es que la gran fiesta de los cien años tenía previsto realizarse íntegramente con la receta que alguna vez llegó de su Ciudadela natal y que principalmente uno de sus nietos, especialista en el arte culinario, coordinara con toda su gente.
No sólo está contenta porque estaba próxima a cumplir los cien años, sino que era viernes el día que EL DIARIO la visitó en su casa de la calle Mariano Moreno y ese día como hace cuarenta años, es día de peluquería. Y como todos los viernes se alegra cuando a ese ritual lo cumple como año tras año con la misma peluquera que va a domicilio, Norma Delanoy. "Siempre me gustó estar muy elegante, y me gustaron las pilchas", comenta risueña.

Su historia

Memoriosa, Esperanza relata con precisión que llegó a la Argentina el 25 de octubre del año 1911 cuando sólo tenía meses, en el barco Alfonso XIII luego de transcurrir 30 días de largo derrotero desde su Menorca natal. La nave ancló en el puerto de Buenos Aires y en tren se dirigieron a nuestra ciudad. Cuando arribó, era su hermano quien teóricamente debía recibirlos, pero rememora que ese día se "entretuvo jugando", no concurrió a la Estación y fue un cochero de aquellos que manejaban los "mateos" el que los llevó a la panadería de don Antonio Bosch donde trabajaba su padre.
De su infancia lo que más le gusta recordar es su etapa escolar que se extendió hasta tercer grado como regía en aquella época en la entonces Escuela Fiscal, hoy José Ingenieros, que le recuerda cariñosamente a su maestra de apellido Cabrera.
Sus años transcurrieron en el predio que posteriormente le adquirió a su familia la firma Coca Cola para su planta y que hoy ocupa un gran supermercado y locales comerciales, en la intersección de Vélez Sarsfield e Italia.
Aprendió a coser con Emma Borghi y a realizar sombreros con Marina Gabetta. A su tiempo libre lo disfrutaba, entre otras cosas, en realizar uno de sus hobbies preferidos: bailar, y lo hacía muy bien en la Asociación Española, donde hoy funciona la Casa Balear . El Museo Balear lleva merecidamente su nombre, aunque tampoco es una casualidad dado que es la socia más antigua.
En la misma casona también hacía teatro y protagonizó una zarzuela teatralizada junto a Mateo Massanet, titulada "La sota del Parra".
Con mucha emoción señala: "De señoritas íbamos a la plaza Centenario para dar la vuelta del perro, lo hacía con mis amigas, las hermanas Beccaría, Montero, Cabrera y Blanco" y precisamente ahí conoció al amor de su vida: José González, seguramente recorriendo de manera inversa la plaza, tal como lo indicaba la costumbre de época, le echó el ojo.
Se enamoró como Dios manda, se casaron y fruto de esa unión tuvieron dos hijas. "Hoy todavía cocino mucho, hago tortillas, guisos, panes con grasa, pastel al plato", cuenta con mucho orgullo.
Cuando le preguntamos cuál es la receta para llegar a los cien no titubea: "Fue el trabajo lo que me ayudó a vivir, siempre trabajé".
Le preocupan las dificultades económicas que siempre existen en la actualidad y dice que lo que más le llamó la atención del mundo moderno fue cuando apareció la cocina a gas, remplazando a la histórica a leña. También es obvio que sea este elemento de la tecnología el que le resultó más llamativo, gran parte de sus años estuvo en el corazón del hogar, precisamente la cocina, la que la ayudó a mantenerse activa, útil y gratificada con la vida.
Vive con entusiasmo cada minuto de sus díasy haciendo siempre lo que le gusta: trabajar. Lo hace siempre y su familia, claro, la reta, le dice que descanse, que no hace falta, pero ella insiste, es su gusto y llegó lejos porque sólo cumplió con lo que le gustaba.
Esperanza Llabrés hoy cumple merecidamente cien años, justo en el Día de San Valentín, un canto a la vida y un canto al amor.

La gran familia unida

Esperanza Llabrés nació el 14 de febrero de 1910 en Ciudadela (Menorca, -Islas Baleares- España). Hija de Antonio Llabrés y Margarita Torres, casada con José González. Tiene 2 hijas: Margarita de Repetto y Esperancita de Carlström, 3 nietos y un bisnieto. Además tenía 4 hermanos: Guillermo, María, Antonio y Antonia.
Actualmente vive con Margarita, una de sus hijas.


Raúl Olcelli