El año anterior se criticaba desde este medio, la cantidad de stands con bijouterie, ropa, juguetería y un abanico de ofertas industrializadas que desmerecían un poco el paisaje peñero artesanal.
Desde la Intendencia municipal se había prometido que para la edición 2010, la feria se iba a mejorar. Si bien algunos pasaron "raspando" el criterio determinado, la mayoría tiene el toque personal, producto de una febril artesanía. De hecho días atrás, la misma comuna debió levantar a ocho parcelas que ofertaban "baratijas" o comercializados que habían sido inscriptos como artesanales.
"Estoy trabajando por la noche para reponer los colgantes de cerámicas y la herrería ya que no damos a vasto con las ventas y los pedidos", nos comentaba el artesano Jorge y su señora de Villa María, mientras despachaban sus implementos. El comentario se replicaba en todas las parcelas locales, dado que la gente supo valorar lo artísticamente diseñado y lo valorado en su precio justo. Desde la peña de Los Soñadores, hasta el principio de los monoblock de la calle Santa Fe, los artesanos locales desandan sus mercaderías, que maché, lanas, cerámica, colgantes y bijou, saumerios y esencias, porcelana, vitrales y trabajos en alambre de cobre, entre otros.

Emprendimientos nacionales

Dependiente del Ministerio de Desarrollo Social, se llegaron a la ciudad distintos emprendedores desde varios puntos del país, que resurgieron después de la debacle de 2001.
Desde San Martín, provincia de Buenos Aires, un joven orgulloso nos mostraba su creación de juguetes LIO (lúdicos, inteligentes y originales): "En 2003 me encontraba sin trabajo, tengo tres hijos, hacía changas. Pero a través de mis hijos encontré un 'nicho', los juguetes eran caros e importados, así es que comencé a diseñar en madera, goma pluma y otros elementos. Luego me asesoré con psicopedagogos, pediatras y hoy te puedo decir que vivo de esto, tengo dos empleados y sesenta bocas de expendio en todos el país", señaló el artesano.
Pero lo novedoso no termina aquí. Con un interés despierto a partir del primer entrevistado se puede continuar por la carpa, extasiándose con algunas novedades como el sector correspondiente a la Cooperativa Minera MTL La Brava Ltda. de Tumbaya, Jujuy, que si bien su actividad principal es la minería, desarrolla otros emprendimientos como la fabricación de briquetas y carbón vegetal. La briqueta es un producto hecho de carbón, que tiene un mejor rendimiento que éste. No chispea, no genera gases tóxicos y cuece más parejos los alimentos, entre otras ventajas.
Del grupo Cambio Rural dependiente del INTA, un grupo de pequeños propietarios de Colonia Caroya y Colonia Vicente Agüero, quienes a través de investigaciones tecnológicas, buscar uvas de máxima calidad y obtener así, vinos de alta gama. Cabernet Sauvignon, Malbec, Syrah, Merlot, Ancelotta, Pinot Negro, entre otras. Además de la emblemática Isabella, precursora del famoso "Vino Frambua".
Además se pueden observan stands con aceites de oliva, vinos artesanales de Mendoza, comidas típicas, conservas, mermeladas y un pequeño espacio donde una anciana de origen mapuche nos muestra tejidos de lana con dibujos aborígenes. "Todo natural, hasta el teñido, lo hacemos con hojas y pequeñas raíces, no las raíces de los árboles, para no dañar la naturaleza", finalizaba.

Víctor Alvez

Epígrafes:
1) Una anciana de origen mapuche muestra sus tejidos de lana
con dibujos aborígenes'
2) El stand de juguetes “lúdicos, inteligentes y originales”
3) Marta Bacci, una de las artesanas locales