Lo bueno
Juntitos. La decisión de agrupar toda la programación en dos noches, y con la característica mixtura de estilos de nuestro Festival, permitió que la concurrencia fuera masiva más allá de los precios elevados de entradas.
Además se sumó la popular velada cuartetera y la noche de “yapa”, Ricardo Arjona el sábado próximo.

El “aguante”. Lo mejor del Festival resultó la entrega de Cacho Buenaventura y Jairo que, a pesar de la intensa lluvia, salieron a escena a actuar y a acompañar el “aguante” del público.

Nostalgia. La inclusión de Palito Ortega, Lalo Fransen y Leo Dan causaron la mayor sensación del Festival. Comparable con el exitoso Rojas y el combo de La Fiesta (Chaqueño, Soledad y Nocheros).

Tribuna tubular. La inclusión de una tribuna “especial” incorporando aproximadamente 500 personas más de las habituales en el Anfi.

Peñas. Este año fue verdaderamente el festival de “las peñas”. Comenzaron una semana antes y se extenderán una después del Festival (hasta el sábado). La peña de la Agrupación ha tenido una muy destacada programación. Los Soñadores se consolidaron como un espacio popular, convocante y arriesgándose con otros estilos (como el cuarteto). Los Haravecos, tuvieron a diferentes artistas que desfilaron por el Anfi.

Microemprendedores y artesanos. Una excelente propuesta de producciones artesanales (locales y de todo el país, invitados por el Ministerio de Desarrollo Social) se pudo apreciar en la “feria”, que este año contó un criterio que prohibía la oferta de artículos de “re-venta”. La disposición y estructuras estuvieron a la altura de la situación.

Lo malo
Lluvia cae. La copiosa lluvia fue el “comentario” de las primeras noches festivaleras. Desde hacía mucho tiempo que no se registraban precipitaciones tan abundantes. Se supone que con el Anfi techado, previsto ya para la próxima edición, esta perla ya no estará tenida en cuenta.

Los que faltaron. Uno de los números más pedidos por el público, entre los que no se hallaban en la programación ha sido Pimpinela. Otro de los clásicos visitantes, León Gieco, tampoco ha estado en la grilla.

Stands “colados”. Aunque la comuna había previsto ser estricta con los stands que no fueran artesanales (de hecho levantó a ocho antes del inicio del Festival), se vieron algunos “colados” en la feria, con oferta industrializada.

Los remises, “perdidos en acción”. Tanto el sábado como el domingo, días afectados por el temporal se recibieron varias quejas de asistentes que al tratar de volver a sus casas no encontraban remises disponibles. Además, el “festival de pozos” que se forma después del barro que dificulta el tránsito.

Más espacios. En la cobertura del Festival estuvieron afectados varios medios, sobre todo radios, de la región. Ese interés no pudo ser replicado en la cantidad de cabinas disponibles en el Anfi.