Con una trayectoria de apenas 10 años, cumpliendo objetivos de servir y fortalecer la producción regional (principalmente en el sector lácteo), “Organización Barbisán” certifica en hechos concretos su protagonismo en una amplia región de esta provincia.
La reciente apertura de una planta modular para procesamiento de oleaginosas, con obtención de aceite y expeller, determina sólo en tal actividad una capacidad productiva de mil quinientos kilogramos hora (30 TPD semilla base soja), con un dotado y moderno equipamiento, que generó una significativa inversión económica.

Prioridad

Tanto Alceo Hugo Barbisán (padre), como Alceo Antonio Barbisán (hijo) y descendientes (tercera generación) Nicolás, Matías y Pablo acumulan voluntad y capacidad para accionar con decisión brindando lo mejor en atención de una amplia clientela; con una cobertura actual que llega a más de ciento cincuenta establecimientos tamberos regionales, abarcando La Playosa, Pozo del Molle, Corral del Bajo, Los Ucles, Carrilobo, San Antonio de Litín, Villa María, El Arañado, Cintra, Sacanta, Los Zorros, Arroyo Algodón (entre otros), profundizando así la tendencia al crecimiento para ganar en competitividad e infraestructura de servicio. Su gestión comercial compete a la venta de pellets de trigo, girasol, cártamo, maíz partido y molido, sorgo partido y molido, adecuando la provisión a las dietas y particularidades de cada tambo, dependiendo esto de los montos productivos y época del año. El producto que más ha crecido en requerimientos es el expeller de soja, aspecto que hace dos años “motivó a la firma el proyecto para fabricar este producto con instrumental propio y en mayo de 2009 se inició la instalación de la planta antes mencionada, que fue inaugurada en agosto del año pasado”.
Los componentes de la firma ampliaron conceptos sobre la nueva planta procesadora de soja “donde a través de un extrusado y prensado se derivan dos subproductos: el expeller de soja que la firma utiliza para las premezclas combinadas con los productos citados y el aceite crudo, que con un pequeño desgomado se termina almacenando en un tanque depósito con capacidad de cuarenta mil litros. “Este subproducto de la soja se vende crudo a un conjunto de fábricas de Córdoba y Santa Fe, que lo hacen comestible o potencialmente empleado para el biodiésel”.
Acotaron que “es una mercadería de demanda constante, por ello tenemos en mente hacer otro módulo para duplicar la producción”. Agregan “que hemos receptado propuestas de firmas importantes de alimentos balanceados, de exportadores que tienen contactos con mercados de Chile y Uruguay para derivar los sobrantes de producción”. Con el fin de completar una estructura industrial que es orgullo para la localidad, la firma “Organización Barbisán” prevé como máximo proyecto para años venideros la industrialización del aceite, tanto en aplicación biodiésel como refinado para consumo.
Aclaran “que en la planta que tenemos alquilada en Balnearia y que comenzará su labor en febrero, emplearemos gran cantidad de esta soja, puesto que allí fabricaremos alimento balanceado de propia nominación”. Como lema simbólico de trabajo enfatizan “que nos interesa fundamentalmente que la calidad de la producción satisfaga todas las necesidades y llegue en perfectas condiciones”. “Tenemos un servicio de provisión a la altura de las mejores empresas con diez equipos propios, aspecto que nos permite entregar la mercadería con efectiva puntualidad.”
“Organización Barbisán”: un verdadero ejemplo que optimiza desde La Playosa el afán de consolidar y proyectar sin titubeos, parte del inmenso potencial productivo de nuestra pampa húmeda.