La Universidad Nacional de Villa María consolida este verano un alza en la cantidad de inscriptos, según confirmó ayer su rector, Martín Gill, en diálogo con EL DIARIO.
El funcionario estimó que se rondará los 1.500 anotados, lo que significa tres años consecutivos de crecimiento en la matrícula.
“La inscripción finaliza a mediados de marzo, estamos en niveles similares al año pasado y podemos vislumbrar la consolidación del incremento” de aspirantes, comentó.
Gill precisó que ya se superó los 1.000 aspirantes a carreras de desarrollo propio y que falta constatar los números de las especialidades con proceso articulado.
“El aumento en la matrícula está dentro de los objetivos pero no es una cuestión central”, aseguró.
El titular de la casa de altos estudios enunció diversos factores que “fueron generando respuestas”, como el servicio preuniversitario, visitas institucionales a diferentes lugares de la provincia, entre otros.
Destacó que llegan jóvenes no sólo de localidades de la provincia sino también de todo el país y de otras naciones. “Es el segundo año que se observa que hay carreras de alcance internacional. Por ejemplo, las relacionadas al arte”, como música y diseño. Gill valoró que esto permite riqueza, pluralidad e intercambio de experiencias.
Además, apuntó que se afianza Medicina Veterinaria, que se encuentra “casi en el cupo de nuestras posibilidades técnicas”.

La más elegida

Contador Público vuelve a ser, como desde la apertura de la UNVM, la carrera más elegida. Hay 243 inscriptos. No obstante, el rector advirtió que “tanto en 2009 como ahora, hay un crecimiento en la demanda de otras ofertas educativas, como los profesorados, Desarrollo Local y Regional, Ciencias Políticas, Sociología, Terapia Ocupacional, Seguridad”. Y afirmó: “No toda la oferta aspira a una matrícula elevada y muchas son carreras nuevas”.
En tanto, evaluó como muy positivo el curso de admisión. “Por segunda vez, hemos realizado el curso anticipado, que se produce en la segunda mitad del año. La experiencia del diálogo y el encuentro con los estudiantes es muy provechosa”, dijo quien además es docente en el cursillo de ingreso.
Gill comentó que en 2009 hubo alrededor de 1.500 anotados, pero la cifra se disparó luego a 1.900 por dictados especiales de, por ejemplo, enfermería en Bell Ville o Trabajo Social.
Cuando se le preguntó si alguna especialidad podría peligrar por el desinterés en la comunidad, lo descartó. En todo caso, “deben rediseñarse estrategias”. “Tuvimos 100 personas en Enfermería cuando antes había dos o tres. La universidad ha mantenido carreras con números bajos para apostar a la consolidación. Por ejemplo, la licenciatura en Desarrollo Local y Regional no fue masiva pero ha ido creciendo. La licenciatura en Economía no es fuerte en ninguna parte del país, incluso en la UBA, pero es necesario formar licenciados en Economía”.
Por otro lado, citó las ofertas únicas en la provincia que se encuentran en Villa María, como Ciencias Políticas o Terapia Ocupacional.
El profesional recordó que “nunca se tuvo la premisa de generar una casa de estudios masiva” y subrayó que la realidad de la misma “permite las relaciones personales; el docente conoce a sus alumnos, a sus directivos”. “Las relaciones personales son una fortaleza”.

Un aporte valioso

Para Gill, por su experiencia, “se observa un entusiasmo grande e interés en los alumnos” y consideró que “las instancias del fracaso no deben ser vividas como algo drástico”.
“El paso por la universidad, aún cuando no se llega a la meta, al egreso, es un proceso de crecimiento. Sirve para la persona y también socialmente, es un aporte muy valioso para la comunidad”, sostuvo.
Estas expresiones dieron pie para hablar de la siempre comentada deserción. “El sistema tiene desafíos importantes, como lograr los índices de permanencias y graduación. Argentina posee una de las matrículas más elevadas de América Latina y de las tasas más bajas de graduación”. Dijo que la gratuidad es uno de los factores que influyen en esto “porque no hay un filtro previo que haga meditar profundamente la elección de la carrera”.
Estimó que, progresivamente, se irá dando un aumento en la media de graduación. Cuando EL DIARIO le pidió datos sobre el abandono en esta universidad, dijo que “es muy difícil dar porcentaje”, pero recalcó que mejoraron los índices de graduación. “El año pasado hubo 150, algo muy importante. En la historia de esta casa, surgieron alrededor de 1.500 profesionales”, reveló.
En términos globales, en tanto, destacó el crecimiento de la cantidad de universidades en el país –un universo de casi 50- y de recursos, y remarcó las intenciones de que el 1,5% (hoy es el 1%) del PBI se destine a la educación superior.