Escribe: Fernando de Goycoechea
(Enviado especial)
Imposible no escribir desde la emoción. Las imágenes del final de un encuentro más que memorable, histórico, quedarán grabadas en las retinas de aquel que aprecia lo que significa para el rugby villamariense lo conseguido ayer por el Jockey Club (23) ante Tala RC (17).
Acceder, por primera vez, a la instancia más importante de un torneo, no es cosa de todos los años, y 36 fueron las temporadas que tuvo que esperar el hípico para deleitarse con este verdadero triunfazo.
En la anécdota quedará de seguro quién fue el rival y el resultado final, pero lo cierto es que el paso dado por los discípulos de Juan Pigni y su equipo de colaboradores quedará en la historia de este deporte a nivel local por mucho tiempo.
Para lograr la hazaña, los muchachos de barrio Roque Sáenz Peña, además de dar una lección de concentración y de defensa, apabulló en las tribunas.
Cerca de 600 personas, se acercaron hasta el Chateau Carreras para darle su apoyo a los “verdes”. El aliento inquebrantable durante los 80 minutos, se extendió aún más luego de que el árbitro Andrés Ramos decretara el final del juego.
Ayer el Jockey Club necesitaba sentirse como en casa y lo logró merced a una tribuna teñida de verde y rojo.
Desde la perspectiva temporal, el sacrificio, voluntad y entrega de los “hombres de verde”, se ganó un lugar en la memoria, aunque todavía falta una oportunidad de oro para concretar el sueño más anhelado de todo los que alguna vez se calzaron la camiseta de un club de rugby local: levantar la copa de campeón.
La cita será el sábado que viene en el anexo del Estadio Córdoba contra el siempre complicado Córdoba Athletic. La puja promete máxima tensión ya que además del voltaje que de por sí tiene una final, la rivalidad ante los “ingleses”, viene incrementándose desde algunos años. En definitiva, será un “clásico” pero con otro sabor.
“Que no les quepa ninguna duda, este equipo está para campeón”, aseguraba Juan Pigni antes de derrumbarse de emoción y agregar: “Este triunfo vale por 36 años de trabajo”.
Toda una síntesis del ayer y el hoy de los “hípicos”, toda una reflexión que encierra en su significado la historia de una apuesta por el deporte y cientos de nombres que la apuntalaron durante más de tres décadas de trayectoria.
@ Un partido inolvidable
Después de la “milonga” que le propinó el Jockey a Tala RC, hace algunas semanas atrás, era previsible que los de Villa Warcalde se presentaran en esta oportunidad con un planteo agresivo en todas sus líneas.
En la realidad, se plasmaron las ideas previas, y fueron los cordobeses quienes mantuvieron el impulso de vulnerar el ingoal contrario, durante los primeros minutos del encuentro.
Si bien es cierto que la suerte y las destrezas técnicas no acompañaron a los de Córdoba para abrir el marcador (Harlouchet malogró un try increíble), los villamarienses lentamente comenzaron a estrechar los caminos defensivos a su rival y a construir lo que a la postre sería la victoria más significativa de toda su historia.
Con mucha fortaleza en el scrum, algunas deficiencias en el line y destacada tarea a la hora de rasparse en los contactos, los dirigidos por Pigni fueron de menor a mayor, soltando su juego y apostando cada vez más en su planteo táctico.
Con equilibrio en el terreno de juego y escasas incursiones en la pizarra (Ferreyra falló dos penales de tres chances que tuvo) y soportando un try rival cuando el tiempo de partido promediaba, el entretiempo llegó y con él la posibilidad de revisar a fondo lo sucedido para corregir falencias.
En el segundo capítulo, Tala se vino con todo. A la desesperación por aterrizar en el ingoal, los actuales campeones de Córdoba le sumaron el nerviosismo a cada una de sus acciones, lo que marcó prematuramente el comienzo de su final.
Lejos de complicarse y haciendo gala de una fortaleza mental envidiable, los “verdes” se desataron y llegó quizás la mejor jugada del choque.
El octavo Bianchi (remplazó a Bruno por lesión), se levantó de un scrum, pelota en mano, y haciendo un slalom fantástico dejó a tres rivales en el camino para habilitar a Facundo Boaglio que a toda velocidad depositó el balón entre las haches.
La conquista marcaba con claridad cuál era la intención de uno y otro a esa altura de las circunstancias: unos lejos del ingoal y otros haciendo madurar su oportunidad de triunfo a puro despliegue.
Sin embargo la cosa no quedó ahí, Nicolás Ferreyra volvió a recuperar la magia de su pie y la frialdad para decidir y convertir. El apertura agregó un penal a la cuenta, justo antes de que Víctor Fernández coronara con try, un pasamanos formidable entre delanteros y tres cuartos.
Ante el golpe de efecto causado por el mérito de su oponente los de la “salchicha”, apelaron a los arrestos individuales para dar vuelta el destino del juego. Gracco con un penal y Lobato con un try convertido, los dejaron cerca del objetivo.
El que los cordobeses hayan quedado allí, cerca, tiene una explicación y quizás la clave del partido: Tackle, tackle y más tackle.
Con la alegría a cuestas y el bolso lleno de ilusiones para el próximo compromiso, Jockey Club prepara el abordaje a una nave desconocida y codiciada, la que lleva el título de dueño absoluto del rugby cordobés. Imposible perderse esa oportunidad.
Otras notas de la seccion Deportes
El peor Agosto de su vida
Argentino, campeón
Jockey no pudo con Athletic
Otra victoria del "Sanmar"
Villa María, subcampeón
|