Walter Pérez, el ocupante de una casa de las Hermanas Adoratrices, salió ayer a responder a una religiosa que le pidió que desaloje la vivienda ubicada en barrio San Nicolás.
"Yo no usurpé la casa, me vine acá cuando convivía con Lucía Morales, pero ella abandonó el hogar", sostuvo Pérez en diálogo con EL DIARIO.
Cabe recordar que la monja Albeana Arias, de la Congregación de las Hermanas Adoratrices, manifestó su inquietud por la situación de vulnerabilidad e indigencia que sufre Morales, a quien el grupo católico le entregó la vivienda años atrás.
"En mi asombro luego de leer las noticias me pregunto por qué Lucía está en la calle, que pasó con la casa que le donamos, por qué actualmente la casa está en manos de su ex pareja, si fue construida para ella y sus hijas", se preguntó.
Walter Daniel Pérez, de 39, a quien apodan "Pantera", dijo que "están saliendo notas en EL DIARIO que me dejan mal parado, y tengo temor de perder el trabajo por eso". El hombre trabaja para la empresa Supercemento, en la obra de desagüe cloacal que se realiza a pocas cuadras de su casa, ubicada en Pierantonelli 64.
La ex pareja de Lucía Morales convive con otra mujer en la casa de la polémica, junto a nueve menores de entre uno y quince años de edad, entre ellos dos de los hijos que Pérez tiene en común con Lucía.
Morales, en tanto, vive precariamente en un terreno prestado en calle Intendente Urtubey al 100 y su caso fue dado a conocer el pasado 11 de febrero por nuestro medio.