Escribe: Gustavo Ferradans
(De nuestra Redacción)

El sueño del plantel del SOS Villa María se sostiene en su buen rendimiento, los resultados conseguidos, el respeto ganado ante cada uno de los rivales y por sobre todo el trabajo junto a un gran staff técnico.
Este grupo de jugadores, casi en su totalidad juveniles, varios con sus primeras experiencias de titular en la Liga A1, es dirigido por uno de los entrenadores que más han crecido en los últimos años: Juan Manuel Cichello y que por su evolución constante es considerado para muchos fundamental para que el vóley argentino siga progresando desde la base.
Con 34 años y una larga trayectoria, este entrenador lleva casi cinco años trabajando con los seleccionados nacionales juveniles y los resultados están a la vista: Argentina está primera en el ranking mundial, luego de dos históricos podios en los Mundiales Sub 18 y Sub 20, y está desarrollando jugadores para el plantel mayor.
Cichello, desde que aceptó hacerse cargo del proyecto Villa María Vóley, usó en casi todas sus frases principalmente dos verbos: sumar y desarrollar. Y sin dudas que lo ha cumplido al pie de la letra.
Suma con el apoyo de instituciones educativas como Rivadavia, Trinitarios y las dos Universidades, suma con el trabajo de un staff técnico bien local, suma con la búsqueda constante de la unión de un plantel con jóvenes jugadores, pero que en muchos casos son considerados el recambio obligado para el seleccionado argentino, suma con su humildad.
Al mismo tiempo que Cichello desarrolla deportiva y humanamente a sus jugadores y a los integrantes del staff, trabaja minuciosamente para perfeccionar cada detalle, de manera constante, y todos los acompañan porque coinciden que ése es el camino.
Hasta ha crecido la organización logística, a pesar que ha tenido errores, propio de la inexperiencia.
SOS Villa María es parte de un proyecto que ya no pertenece sólo a dos “soñadores y aventureros” como lo son sus principales dirigentes: Fabián Alaniz y Aldo Invernizzi. Es la iniciativa deportiva más importante que ha tenido la historia deportiva de toda la región a nivel de disciplinas de conjunto.
Ni el fútbol, con muchos años de búsqueda por parte de Alumni para trepar a los primeros planos, ni el basquetbol, que sigue en deuda con un proyecto en conjunto (la única vía posible para poder llegar), han logrado lo que en dos años consiguió el vóley.
Villa María como ciudad, esta hoy justamente por este deporte, en una primera división de nivel nacional, y a la consideración de todos. Desde la cadena internacional que televisa los partidos, diarios, radios y hasta la web hablan de esta revelación deportiva que se llama Villa María vóley, elogian a sus jugadores y a su entrenador.
El otro proyecto de Cichello es crear en esta ciudad un polo de desarrollo voleibolístico y vaya si existen las condiciones humanas y deportivas para conseguirlo. Muchos ya se han convencido que es el motor clave para que eso sea posible. Más que clave, fundamental.
Pero como todo proyecto que busca crecer, y más en una ciudad caracterizada por los antagonismos, tiene seguidores, admiradores y al mismo tiempo detractores y opositores y otros más, que sin darse cuenta, quizás, le ponen piedras en el camino.
Por suerte hay muchos más dirigentes de muchos deportes que elogian y destacan lo que está realizando este cuerpo técnico y plantel.
Pero lo reprochable es que algunos ponen piedras desde el escritorio, desde un despacho con el incumplimiento de promesas rimbombantes que hacen para la foto del diario del día siguiente o los micrófonos. Justamente de esas personas depende hoy en gran parte que se consolide este proyecto.
Tigre, Formosa o Chubut son claros ejemplos de equipos que cuentan con un fuerte apoyo de sus dirigentes políticos, que respaldan el proyecto y lo ayudan económicamente a consolidarlo. En el caso de Formosa, forma parte de un proyecto más amplio, en conjunto con el basquetbol, que apuesta a la parte formativa y a la alta competencia al mismo tiempo. Pero de una u otra forma, en casi todos los equipos de las ligas de vóley o básquet, el Gobierno no está ausente, sino que está presente de muchas maneras.
Esa sigue siendo una de las grandes deudas del deporte villamariense. “Señor intendente... suena su teléfono. Atienda que es importante.”