Los 75 trabajadores que reclaman quincenas salariales de diciembre, enero y la primera de febrero siguen con la fábrica tomada. Los representantes de la accionaria mayoritaria de la firma Bicupiro, capitales venezolanos encabezados por Salomón Yehia, no aparecen. Sin embargo, los desamparados empleados reciben día a día muestras de apoyo por parte de la población.
Un joven comerciante estaciona su vehículo y uno de los trabajadores sale al encuentro, para saludar, pero además de la mano, se carga las bolsas de mercadería para “parar la olla”. Estos ejemplos de solidaridad se multiplican.
La Cooperativa de Electricidad entiende la situación de los trabajadores y aguanta los atrasos en el pago. “Comprenden y nos harán un plan de pago cuando se normalice la situación”, explica Rubén Liendo, delegado de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM).
El municipio, que se había manifestado imposibilitado de dar el acompañamiento deseado, otorgó trabajos para que haya un, aunque pequeño, ingreso de dinero.

Propuesta

Liendo dijo a EL DIARIO que avanzaron en conversaciones para que el municipio de San Pedro (Jujuy) que debe retirar un camión equipado por 260 pesos, podría realizar el pago con cheques a nombre de los trabajadores, sin intermediar la empresa, lo que se concretaría el lunes, a más tardar. “Aparece una lucecita para una salida a esta situación”, dijo el delegado.
De alcanzarse este acuerdo, destrabaría el conflicto, pero no da garantías necesarias para que la fábrica vuelva a funcionar, porque hace falta inversión: “Van a tener que traer una valija de dinero para pagar a proveedores y adquirir materia prima”, ironizó.
Sobre la alternativa de conformar una empresa de economía social, dijo que los compañeros de la Cooperativa La Minga les hicieron ver Corazón de fábrica, el documental sobre la ex Zanón y que “casi todos nos sentimos reflejados. Y ya vemos cómo la familia es el pilar para seguir luchando”, concluyó.