Familiares de víctimas de accidentes de tránsito, nucleados en la Fundación "Laura Cristina Ambrosio Battistel" pintaron ayer dos estrellas amarillas en distintas arterias de la ciudad.
Los familiares de Juan Manuel Busto, fallecido tras accidentarse en la intersección de las calles Jujuy y Humahuaca de barrio Nicolás Avellaneda en 2008, situaron en el lugar la estrella en memoria del joven.
También, el grupo familiar y allegados de Rosenda Isabel “Chiquita” Bosio de Armonti, que se accidentara sobre ruta 158 a pocos kilómetros de la ciudad en 2006, realizaron un sentido homenaje que consistió en la pintura sobre la carpeta asfáltica del símbolo color amarillo.
En ambos casos, la mayoría de los presentes fueron colaborando en el relleno con pintura de la figura que evoca a todos los fallecidos en accidentes viales.
El dolor del recuerdo estuvo presente en los homenajes, las lágrimas por el familiar, amigo o conocido fallecido, pero también se pudo sentir la potencia de un mensaje de advertencia que debe multiplicarse y calar hondo en la conciencia de las personas.
En 2009 murieron 522 personas por accidentes viales en las rutas cordobesas, 1.566 quedaron incapacitadas, 30 mil incapacitadas parciales, 60 mil internados y 251 mil accidentados.

Evitar tragedias y la indiferencia

La lucha por evitar tragedias que enlutan a familias y pueblos enteros tiene seguramente un importante puntal en el respeto por las normas de tránsito y los códigos de convivencia urbana, aunque también hay otros que urge abordarlos.
La empresa se presume difícil si se analiza, por ejemplo, lo sucedido anteayer en el teatrino, donde la estrella que existe en el lugar fue pintada con aerosol por un grupo de jóvenes que viven en la ciudad.
Las autoras del lamentable hecho, no tuvieron mejor idea que dejar la dirección de su metroflog en una de las paredes del lugar.
Sin medida del daño que causaron, las jóvenes villamarienses se fotografiaron “rayando” el subnivel. Una travesura juvenil, un momento que ellas eligieron para recordar.
Del otro lado de la realidad, los que soportan con entereza el embate del destino, piden también que la indiferencia de muchos jóvenes ante el tema se termine. Por el bien de todos.