Tras considerar que el multitudinario acto de ayer en el club Rivadavia en homenaje a Sabattini "es una impronta del radicalismo de Villa María para hoy en adelante", Carlos Becerra, quien habló en nombre del comité de la UCR nacional, dijo que "no nos podemos olvidar de Villa María, porque aquí está el mayor exponente del kirchnerismo dadivoso, pretendiendo comprar voluntades con obras", en alusión al intendente Eduardo Accastello.
Cabe mencionar que el jefe comunal asistió horas antes al homenaje a Amadeo Sabattini que se realizó en el mausoleo que guarda sus restos en el cementerio La Piedad y se estrechó en un abrazo con el propio Becerra.
Accastello fue de los primeros en llegar, acompañado por un nutrido grupo de sus colaboradores y de concejales.
"De acá tendrá que salir una nueva propuesta del radicalismo de Villa María para Córdoba y el país, diciendo cómo enfrentamos precisamente a ese adversario mayor. Ese es el desafío que ustedes tienen y el que seguramente nos van a contagiar a todos los radicales del país", añadió Becerra.
En diálogo con EL DIARIO, Accastello había explicado su presencia en la necrópolis diciendo que "Sabattini es uno de los grandes prohombres de la provincia, y en el debate que Córdoba se merece, el ex gobernador es una referencia ineludible".
Becerra fue el último orador del acto concretado en el salón de 25 de Mayo esquina Bolívar, durante un almuerzo al cual concurrió un millar de personas.
Lo habían precedido miembros de la JR, así como Mario Negri, Ricardo Alfonsín y Oscar Aguad.
En el cementerio, habló únicamente Nicolás Marcotegui, de la Juventud Radical (JR), quien dijo que a diferencia de Sabattini, "los políticos actuales se olvidan del federalismo cuando llegan a Buenos Aires".
El juvenil militante fue el primero en exhortar a la unidad partidaria, y luego lo imitaron otros dirigentes, en las distintas tribunas montadas ayer por el comité de circuito que preside Felipe Botta.
En el busto al ex gobernador cordobés, en Buenos Aires y Sabattini -mientras el público se guarecía del sol del mediodía en la fronda de la vereda de la Medioteca- pronunció un discurso Roberto Sessarego, titular del comité departamental, donde afirmó que "Sabattini ha convocado a todo el arco del radicalismo nacional, provincial y local".
También contó una anécdota personal, acerca de que Sabattini, que era médico obstetra, le salvó la vida a su madre. Luego Sessarego bromeó: "Algunos dirán que estoy hablando por culpa del doctor Amadeo".
En otro párrafo de su alocución, Sessarego se refirió a la presencia del intendente en el homenaje en el cementerio: "Accastello estaba porque Sabattini está más allá de la UCR".
Lo continuó en el uso de la palabra el intendente de Río Tercero, Luis Brower de Konig, quien replicó a quienes "dicen que los radicales no saben gestionar. Estos que dicen que gestionan bien, no invirtieron en energía, como sí lo hizo Sabattini hace 70 años, tienen la mayor deserción escolar y están esperando una sonrisa del Gobierno nacional para pagar sueldos y jubilaciones".
El último orador ante el busto fue Antonio María Hernández, el que acusó a la administración provincial de vivir "haciendo negocios inmobiliarios. Ahora están con la manzana del Banco de Córdoba y quieren hacer otra casa de Gobierno". Al referirse al plano nacional, Hernández reclamó "terminar con este hiperpresidencialismo bochornoso".
A continuación, se descubrió una placa que recuerda el cincuentenario de la muerte del prestigioso dirigente afincado en Villa María.

"Desbordado"

El acto en el club Rivadavia fue conducido por el dirigente juvenil Rodrigo López Tais, cuyo padre Julio está convalesciente en Córdoba de una importante intervención quirúrgica.
El salón, para López, estuvo ayer "desbordado de radicales".
Asimismo, rindió homenaje a Olga Fernández Núñez y Horacio Cabezas, dos militantes que "mantuvieron viva la memoria de Sabattini hasta nuestros días".
Tras breves mensajes de dirigentes de la JR, habló Mario Negri, quien afirmó que la deuda provincial trepa a los 15 mil millones de pesos, y que el Gobierno justicialista "hace quince años que viene prometiendo energía desde Arroyo Cabral".
Enfáticamente, expresó que "si los radicales no nos miramos con odio entre nosotros, seremos gobierno en el 2011. Nos queda un año y medio para dar vuelta la historia de Córdoba".
A su turno, en medio del sonar de los tambores de la Juventud, y cuando Angeloz y otros militantes se abanicaban con los platos descartables, pronunció un enérgico discurso Ricardo Alfonsín, quien fue saludado con vítores, y la consigna "Alfonsín presidente".
Entre otros conceptos, el hijo del ex primer mandatario remarcó que "no nos importa ganar elecciones si tenemos que traicionar convicciones" y dijo que "no se puede vivir con dignidad sin vivienda, educación ni salud, y esto es lo que padecen 14 millones de pobres, que son compatriotas nuestros".
"La sociedad está organizada de manera tal que no puede dejar de producir injusticia, y nuestro desafío no es administrar bien, eso lo hace cualquier bien nacido, sino terminar con la pobreza", subrayó.
A renglón seguido, el posible postulante a gobernador de nuestra provincia, Oscar Aguad, caracterizó como problemas relevantes de Córdoba la falta de agua y de energía y prometió una "marcha sabattinista para ejercer la función pública".
Finalmente, Carlos Becerra evocó el colapso del año 2001, y dijo que "muchos dudaron, no me incluyo, sobre el destino de la UCR, y el "que se vayan todos" pareció que estaba dirigido a los radicales".
"Hoy, en cambio, vemos que en el Congreso comenzó la recuperación de la política argentina", agregó.
No obstante, destacó que luego de algunas experiencias de alianzas no exitosas, el radicalismo ha resuelto que en todo acuerdo con otras fuerzas, "la UCR debe ser vanguardia de esa expresión política". Para ello, comentó, "se precisa una gran unidad partidaria de los que no nos fuimos nunca, y de los que se equivocaron y volvieron, y si es necesario, un debate electoral interno para ver quién encabeza las listas electivas”.