“Esta mañana (por ayer) le comunique a la concejala Rosa Cámpora que la apartábamos del bloque por los últimos hechos sucedidos que comenzaron hace algún tiempo y culminaron la semana pasada”. Las palabras fueron dichas por el flamante presidente del bloque de la Democracia Cristiana, Alejandro Balanza.
A río revuelto, ganancia de pescadores, dice el refrán de origen latino. La “no grata” presencia de Cámpora en la bancada que presidió el año pasado, ya era un hecho en las primeras horas de la mañana. Antes del discurso del intendente, Balanza tenía preparada una carta para la legisladora con las razones de la decisión. “En virtud de su inconducta política, manifestada en ocasión de la votación de la ordenanza de Proyecto Acceso al Suelo Urbano (PASU), en la que ignorando las decisiones tomadas en el bloque votó a favor del proyecto presentado por el oficialismo y por la actitud tenida en oportunidad que se votaran las autoridades del Concejo Deliberante para 2010... se le hace saber que queda separada del bloque”.
La edil se notó tranquila cuando llegó al recinto y se ubicó en el sillón de la vicepresidencia segunda del Concejo, al lado de José Escamilla. Siguió las alternativas del extenso discurso de Eduardo Accastello y por momentos, posó una mirada sutil en sus ex compañeros de bloque dando señales de la turbiedad de las aguas.
“De la decisión fue notificado además de Cámpora, el presidente del Concejo Deliberante Javier Suppo (mediante una misiva”, dijo Balanza a EL DIARIO).
Seguidamente, Balanza precisó que “nosotros la apartamos, no participa de las reuniones en el bloque y no le reconocemos el derecho de representarnos. Todo lo demás podrá hacerlo, es decir participar de las sesiones aprobando y desaprobando proyectos.”
La decisión cuenta con el aval de Raúl Costa y Cámpora no se calló (ver recuadro).
¿Qué pensará la gente que votó a la DC? Eso ya parece ser una historia poco tenida en cuenta por gran parte de la dirigencia política.
El bloque se rompió y se presiente el movimiento de las cañas de pescar.

@Vi luz y entré...

Después de la sesión, una reunión “ocasional” de representantes de distintas fuerzas políticas locales que se concretó en el bloque de la Democracia Cristiana , despertó todo tipo de conjeturas, tras el cierre del acto de apertura de sesiones
Mientras todavía resonaban en el recinto el potente discurso del intendente Accastello, allegados al radicalismo (Alberto Yáñez, Miguel Veglia, Gustavo Bustamante, Miguel Zandrino) y otros movimientos políticos, compartieron ideas, entre café y masas, en una de las salas de reunión que tiene el búnker de la DC en la casona legislativa de Mitre y Corrientes.
“Nosotros hoy hemos visto la presencia de un amplio espectro político que se podría definir como oposición. Hemos visto muchas ganas de volver a participar como en el caso de Miguel Veglia o Carlos Giliberti”, manifestó Ricardo Pereyra tratando de esbozar los motivos del sorpresivo encuentro.
“A toda esta gente los hemos invitado a participar en nuestro bloque en un acto de cortesía para hablar un poco de política local e ir interiorizándonos de los grandes problemas que tiene Villa María”, sostuvo el democristiano.
“Sabemos que en un futuro, si muchos villamarienses no nos ponemos de acuerdo y tiramos todos hacia un mismo lado amparados en un proyecto político orientado a los vecinos y con sentido común, vamos a seguir escuchando discursos faraónicos que dejan de lado a la gente”, lanzó el edil costista.
No fue el único que habló. El precandidato a intendente del radicalismo Gustavo Bustamante señaló, consultado por nuestro matutino, que “hablamos de cosas de la ciudad, de lo que nos pasó (en relación con la división del bloque radical) y de lo que vemos con irregularidades...”
“El accastellismo busca atropellar, intenta captar concejales y nosotros buscamos la manera de ejercer el control al poder. Si no lo hacemos así, el Concejo termina siendo funcional al oficialismo”, remató.