La concejala, apartada por sus pares, de la bancada de la Democracia Cristiana, Rosa Cámpora, decidió formar un bloque independiente y fundamentó su decisión en una carta abierta al dirigente que encabezó la lista de dicho partido en las elecciones municipales de 2007: Raúl Costa.
La misiva, dirigida a Costa, con la rúbrica de Cámpora expresa textualmente:
“En el año 2007, junto a los militantes que desde hace mucho tiempo me acompañan en el Ateneo Eva Perón, tomamos una trascendente decisión en el orden político local, frente a la falta de democracia interna del partido al que pertenezco desde hace mas de 35 años, resolvimos trabajar junto a usted en un proyecto que además de servirle a la ciudad también pusiera en valor la militancia, con debate, participación y que fundamentalmente dejara de lado la metodología de la imposición y la intolerancia al disenso.
Creo no haberme equivocado al tomar aquella decisión, ya que dicho planteo contó con un importante respaldo popular que nos colocó como segunda fuerza en la ciudad.
Desde entonces y al asumir en el Concejo Deliberante he venido redoblando mis esfuerzos en ese mismo sentido: trabajar por la ciudad y los vecinos con pluralidad de ideas, con la permanente búsqueda de consensos, dejando de lado intereses personales y partidarios como así también y fundamentalmente tolerando el disenso.
Lamentablemente hoy veo, con tristeza, que quien encabezó este proyecto no ha mantenido coherencia con los valores y principios que le planteamos a los villamarienses y que fueron respaldados por más de once mil vecinos para que sostengamos la propuesta sin declinaciones, sin conchabos, trabajando en Villa María.
Su distanciamiento con dichos principios se ve claramente reflejado en la arbitraria, ilegal y antidemocrática decisión de separarme del bloque, mediante una mera nota, sin ningún tipo de discusión interna, al mejor estilo de las viejas prácticas sobre las que no hace mucho tiempo coincidimos en la necesidad de rechazarlas.
Claro está que no existe motivo alguno que pueda justificar su decisión, que no sea su distanciamiento de los valores que otrora nos unieron, que no sea su incapacidad de conducir un proyecto plural donde se tolere el disenso y su falta de apego a la reglas republicanas de las instituciones.
Pero más claro aún está, en estas circunstancias, que no puedo continuar en un proyecto que dejó de lado valores y principios que le dieron origen.
Por ese motivo en el ámbito del Ateneo al que pertenezco, hemos decidido dar los pasos correspondientes para conformar un bloque independiente y continuar trabajando para todos lo vecinos de manera coherente, respetando el mandato popular.
Mi militancia política es clara y es pública, se basa en valores y principios que no voy a claudicar, por eso esta responsable y sincera decisión, que no tiene otra motivación que la aquí expuesta. Seguramente los mediocres de siempre, aquellos que creen que son todos de su misma condición, inventaran otras motivaciones a mi decisión. A ellos, a esa expresión minoritaria y marginal de la política sólo les digo que en diez años de la actual gestión nunca he formado parte del oficialismo como sí lo fueron ellos hasta poco tiempo atrás.”