El funcionario provincial Raúl Costa sostuvo ayer que el intendente Eduardo Accastello está todo el tiempo pendiente de sus movimientos. “Si me voy a vivir a Groenlandia, él comenzará a preocuparse por la calidad de vida de los esquimales”, ironizó ante un periodista de EL DIARIO.
Costa basó sus dichos en que “cuando estuve en la Legislatura le preocupaban los proyectos que presentaba, cuando estuve en la Justicia le preocupaban los programas del Ministerio y ahora que estoy en Ambiente se preocupa por la ecología”.
El ex candidato a intendente también restó veracidad a los dichos del intendente Accastello en el sentido de que el Gobierno provincial discrimina a Villa María. “Podría hablar de todos los ministerios y seguramente que esta ciudad aparecería entre las que más recibieron, pero hablando concretamente de mi área, puedo decir que entregamos aquí 6.500 árboles”, dijo.
Y señaló que “además hemos cumplido con todo lo que nos han pedido, ya que auditamos el basural, realizamos inspecciones y dimos el asesoramiento requerido”.
“El dice que el Gobierno provincial no tiene política ambiental, pero a nadie le falta más política ambiental que al municipio local. Y si no, ¿qué representan los basurales clandestinos y consentidos a cielo abierto como el del barrio Botta o el de barrio Roca?”, se preguntó.
Costa dijo que desde su secretaría “se aconsejó el cierre, pero no se hizo nada”.
Consultado sobre si realizó la denuncia correspondiente de esa irregularidad ante la Justicia, respondió que “no, porque es competencia municipal”.
Luego formuló una segunda interrogación: “¿Es política ambiental anunciar con bombos y platillos la recolección diferenciada en los barrios San Justo y Los Olmos y no hacerla?”.
“Nadie tiene más carencias que la ciudad de Villa María en materia ambiental y cuando le ofrecimos árboles después del temporal de enero los rechazaron porque se trataba de mi persona. En Río Tercero sufrieron un temporal similar, pero en febrero, y con el intendente, que no es de mi signo político, trazamos un plan de reforestación de toda la ciudad y lo estamos llevando adelante… Acá, a la única persona que se preocupaba, más allá de que nunca hubo un plan, que era la ingeniera Marina Crescimbeni, la echaron”, concluyó.

Ay Rosa, Rosa...

Raúl Costa no quiso responder directamente la dura carta abierta de la edil Rosa Cámpora dirigida a su persona y publicada en nuestra edición de ayer.
El funcionario prefirió el siguiente rodeo: “Yo puedo ser el responsable político de un espacio, pero no por eso voy a ser el jefe de los concejales, el que les diga lo que tienen que hacer. Respetuosamente, me limité a observar cómo se resolvía la cuestión (de la elección de autoridades en el Concejo y en el bloque de la Democracia Cristiana). Sí, avalo lo resuelto por (Sandro) Balanza y (Ricardo) Pereyra, porque resulta lógico que si un tercer integrante tiene posturas antagónicas en temas sensibles, a la representación la deben desempeñar quienes tienes la coincidencias”.