Escribe: Fabio Morisetti

El clásico cabralense vivió una nueva jornada de emoción con un partido que estuvo a la altura de las circunstancias. En la cancha de Colón y ante gran cantidad de público, Rivadavia se llevó el derby al superar por dos a uno al local y sigue encaramado en la pelea por la punta.
Con goles de Pascual Gudiño y Martín Erregarena, los “verdes” sumaron de a tres pese a que el empate hubiese sido lo más justo. En el segundo tiempo, Colón, que había descontado por intermedio de Leandro Grosso, se lo llevó por delante y tuvo varias chances como para justificar el empate, pero el último campeón volvió a carecer de puntería y terminó dejando tres puntos muy importantes.
Resultó un partido muy interesante de principio a fin, con dos propuestas bien definidas. El local, con la vuelta de Cardona, trataba de meter en el medio con el tándem Luppo-Grosso, pero volvió a sufrir la falta de un enganche que abasteciera a los delanteros. Rivadavia, por su parte, ponía a Russo como volante y Valle y Echegaray serían los encargados de generar juego para Erregarena.
En la primera jugada de riesgo, anotó la visita. A los diez, no llegó a cortar Salvai, la tomó Erregarena con un tiro defectuoso que atajó a medias Giraudo y Gudiño de cabeza apareció para desatar la locura “verde”.
Colón, poco a poco, empezó a manejar el partido, pero le costaba mucho llegar a Novaretti. Lo hizo a los 18 minutos con un cabezazo de Luppo que contuvo el arquero y, al ratito, Rivadavia casi aumenta con un cabezazo en el travesaño de Erregarena.
Sin embargo, la expulsión de Echegaray por doble amarilla condicionaría el juego de los de Danna en el resto de la etapa.
Claro que cuando Colón apretaba, apareció Martín Erregarena con una enorme jugada y una gran definición para aumentar diferencias.
Con todas sus limitaciones a cuestas, Colón siguió yendo y a los 34’ estuvo cerca con un tiro libre de Cardona que rozó el poste. Dos minutos después, un error entre Novaretti y Costa terminó con Grosso descontando y abriendo la ilusión de los locales.
Los últimos cinco minutos fueron puro vértigo, donde los de Perossi pudieron empatar y los de Danna, aumentar la ventaja.
A los 39’, Navarro, desde lejos, hizo revolcar a Novaretti; a los 42’ Giraudo le ganó a Erregarena; un minuto después, un gran pase de Navarro (el más claro del local) dejó solo a Fernández, quien perdió con el arquero visitante.
Ya en tiempo de descuento, Salvai habilitó a Fernández, pero el delantero definió desviado. A todo vapor se fue el primer tiempo, con un partido muy entretenido y con resultado abierto.
Y si la expulsión de Echegaray había condicionado al “verde”, al minuto nomás se fue a las duchas Luciano Luppo y el mediocampo rojinegro se resintió mucho, porque ahora Grosso tenía que correr a todos en soledad.

@ Apuró Colón, soportó el “verde”

A los cuatro minutos, una desatención en la última línea de Rivadavia permitió que Mansi sacara un zurdazo que fue detenido por Novaretti.
Sobre el cuarto de hora, Cardona envió un pelotazo que dejó en soledad a Fernández, pero cuando todos gritaban gol, la sacaron en la línea y todo quedó como antes.
Dos minutos después, Marín perdió con el arquero y el dominio de Colón se hacía más ostensible, aunque sin demasiadas ideas y descuidando mucho la defensa, donde los grandotes Erregarena y Damiano quedaban casi mano a mano con sus defensores.
A los 22’, Russo estuvo cerca con un tiro libre y en la contra una buena jugada colectiva terminó con Mansi enviando un centro que nadie conectó.
Colón seguía presionando y se seguía exponiendo, pero era el que proponía. Rivadavia aguantaba atrás y jugaba sus fichas a lo que hicieran sus delanteros en alguna corrida.
A los 25’ un centro le quedó demasiado alto a Marín, que apenas alcanzó a puntear la pelota que terminó en las manos de Novaretti, mientras que minutos después el goleador casi se desquita, pero le taparon justo el zurdazo que tenía olor a gol.
Rivadavia pudo liquidar a los 31 minutos con un contragolpe que comandó Damiano dejando solo a Erregarena, quien definió bien, pero el balón rebotó en el poste izquierdo.
De ahí hasta el final el local fue y fue, sin ideas pero con ganas. Sin embargo, no le alcanzó ante una defensa que sacó todo. A los 35’ una volea de Doblas se fue desviado. Cinco minutos después, Grosso cabeceó bien, pero el palo le negó el gol. El propio volante volvió a estar cerca a los 43’, pero remató desviado y en el cuarto minuto de descuento Mansi tuvo la última, pero también careció de puntería.
Así terminó un partido durísimo y con una alta dosis de emoción que recién culminó con el pitazo final de José Martínez, de muy buen partido.
Rivadavia festejó un triunfazo que costó muchísimo, mientras que Colón recibió el merecido aplauso de su gente, porque vendió cara una derrota que no mereció.

El árbitro: Muy buen trabajo de José Martínez. Quizás lo único para reprochar fue la extensa adición del segundo tiempo, que superó los seis minutos. En el resto, su labor fue notable, dejando muy poco margen para las dudas.
La figura: En el local, el corazón de Matías Mansi y la claridad de José Navarro fueron lo más importante, especialmente en el segundo tiempo. En el vencedor, la potencia de Martín Erregarena siempre obligó al cuidado máximo. El grandote no sólo convirtió un gol, sino que estrelló un balón en un poste y otro en el travesaño.