En el marco de la 54º Fiesta Nacional del Trigo, realizada en Leones el pasado fin de semana, se llevó a cabo la Expo Granja y Porcinos, que culminó con un remate de excelentes ejemplares, de nuestra provincia y de Santa Fe.
La Jura de porcinos, estuvo a cargo de Luis Bonansea, productor de la zona de Oliva, referente del sector, no sólo por ser vicepresidente de la Asociación de Cabañeros de porcinos, sino por los resultados que obtiene en su establecimiento, en el que el crecimiento en escala y el manejo mejorado día a día, le ha dado excelentes resultados.
Según los propios productores, es muy importante participar en las exposiciones, ya que el intercambio de conocimientos y experiencias es muy importante. "Siempre hay para aprender", coincidieron estos productores tan particulares, que actúan solidariamente entre ellos, y disfrutan de la “juntada” de los que hablan el mismo idioma en el tema productivo.

Los protagonistas

Valentín Gabrich- Chovet (Santa Fe): en 80 hectáreas totalmente dedicadas a la cría de cerdo, con una trayectoria de 50 años en la actividad, es tradición familiar, trabaja con un criadero de 250 madres y sumó a la actividad la cabaña de reproductores, donde tienen 30 madres de pura raza.
"La venta de capones y reproductores de Yorkshir, Duroc Jersey, Spotted Poland y Hampshire sostiene a la familia ahora ampliada con los hijos, porque el hecho de que sea una empresa familiar hace que sea sostenible en el tiempo, porque somos los propietarios los que debemos trabajar y controlar permanentemente el desarrollo de esta actividad, en otros sectores, posiblemente sea factible, pero en la cría de cerdos no, es una actividad muy exigente", dijo Gabrich.
"El control debe ser desde que se le da servicio a las hembras, el seguimiento, el nacimiento y el desarrollo de las crías, o sea, una atención diaria y permanente", añadió.
Sostuvo que "lo más duro de la producción porcina, es la falta de estabilidad, hay momentos muy buenos y otros muy malos, y el secreto está en mantenerse en los momentos malos, no criar solamente cuando los precios son buenos, porque eso forma parte de la inestabilidad de esta producción, que también fue perdiendo espacios por la agricultura sojera, por eso es necesario sostener la rentabilidad, incluso para evitar la migración de las familias rurales. Para que los jóvenes se queden en los campos, hay que demostrar que se gana más que con la soja, porque es importante incorporar a los jóvenes a la cría de porcinos".
"Es una actividad rentable, que permite vivir dignamente a los pequeños productores, especialmente, si es una actividad familiar, ya que puede desarrollarse en escala en pequeñas extensiones. Para mantener esta producción, y que crezca, se necesitan precios estables y un mercado consciente de la importancia de consumir carne de cerdo", expresó.

Cristian Iommi, estudiante de veterinaria, criador de El Ortondo (Santa Fe): En agosto de 2006, comenzaron con las primeras hembras que adquirieron ya preñadas para dar comienzo a una cabaña que es hoy una de las siempre presente en las exposiciones del país, y se lleva no pocos premios de cada una.
"Comenzamos con dos hembras, sin padrillo -recuerda el joven- y ahora tenemos 40 madres en la cabaña y padrillos seleccionados de la mejor genética, y otras 45 madres para el criadero comercial para la venta de capones y lechones, de todas las razas, y muchos híbridos, todo en 16 hectáreas, cría a campo, se produce algo de cereal para la alimentación, se compra lo que falta durante todo el año, pellet y en algunas etapas se usan núcleos vitamínicos y en otras formulaciones propias."
"Uno de los temas más preocupantes de la actividad, es la falta de seriedad de los frigoríficos, de los que no tenemos ninguna garantía, y ese es un pilar fundamental para el productor", afirmó.
Iommi dijo que "la estabilidad en el mercado es otro tema que es indispensable. Si bien estamos ahora en una buena etapa, la incertidumbre de cómo seguirá la historia del cerdo es un problema serio para la continuidad".
"Hay que difundir el consumo de la carne, desmitificar la creencia de que es nociva para el consumo humano y dar a conocer las virtudes que posee, muy superiores a otras carnes rojas", aportó.
Aseguró que "hay que tomar el ejemplo de Brasil, allí se realizaron proyectos a largo plazo, con grandes inversiones, con avances genéticos y de magros que son impresionantes, logrando en 2009 unos números en producción que en nuestro país tenemos cuatro o cinco puntos por debajo. Brasil tuvo una cantidad de crías muy superior por madre y aquí, ante la falta de rentabilidad, se dejó de lado un tanto las medidas de bioseguridad y de manejo, por los costos no se capacitó al personal y eso disminuye la producción".
"Todo va de la mano, si mejora el mercado, mejora la producción, el productor hace un manejo más estricto esperando mejor compensación, no es un pilar solo el que hay que sostener, es todo el sistema. Por eso desde las asociaciones que nos agrupan estamos trabajando en proyectos para presentar al Ministerio de Agricultura y buscarle la vuelta entre todos para asegurar esta producción", concluyó.

Alejandro Meneguzzi (30 años), productor de Alcira Gigena (Córdoba): de familia de criadores, al terminar el secundario decidió trabajar y se incorporó a la actividad, en la que desde hace tres años, fue incorporada la cabaña de reproductores.
En una extensión de 10 hectáreas dedicadas a los cerdos, la empresa familiar de los Meneguzzi tiene alrededor de 80 madres, la mayoría puras de pedigree y crías cruza, venden capones pero el fuerte son los reproductores que venden en dos remates anuales en mayo y noviembre.
De las seis razas existentes en el país, trabajan con cinco, menos la Pietrain que aún no la incorporaron.
"Lo más importante para sostener esta actividad, es la difusión de los beneficios del consumo de carne de cerdo", manifestó el joven productor. Agregó que, "evaluando que hoy está el consumo en alrededor de 7 u 8 kilogramos por habitante por año, cuando en el resto del mundo se habla de 45 kilos per cápita/año, o sea que es muchísimo lo que nos falta para llegar a ese nivel, considerando que si llegáramos a 10 kilos de consumo anual por persona en un corto plazo, sería más que satisfactorio, y deberían incorporarse más madres al mercado, lo que aumentaría las producciones y las fuentes de trabajo."
"Hoy estamos en un buen momento, más allá que sabemos que este producto está llevado de la mano de lo que es el consumo de la carne vacuna, que forma parte de la idiosincrasia alimentaria de nuestro país, y la disminución en el stock de la carne de vaca, ha aumentado los precios de la misma, y entonces aumento relativamente el consumo de cerdos."
"La carne vacuna está a un costo de 7 pesos y un capón alrededor de 5,50 y esos precios hacen a nuestra actividad, rentable y sostenible".

Jorge Dezotti, criador de Arteaga (Santa Fe), que se llevó el premio al mejor ejemplar macho de la muestra.
"El cerdo es la máquina más rápida de convertir granos en carne", resumió el productor, "y eso es lo que hay que hacer en nuestro país: carne, alimentos. Al estar condicionadas algunas exportaciones de granos, convertirlos a éstos en carne de cerdo, es muy importante, y rentable", disparó Dezotti, miembro de una familia tradicional en la cría de porcinos, que trabajan con alrededor de 100 madres en seis hectáreas.
Manifestó que "trabajando una cerda a campo, que de un promedio de 8 lechones por parto, rinden 1.600 kilos por cerda por año, y la cuenta es sencilla: multiplicar esos kilos por 5 pesos, el precio actual, nada se le puede igualar, ni siquiera la soja con los mejores rindes".
"A esta actividad hay que quererla mucho, es estar todos los días, a veces se complica con el manejo", dijo Dezotti.
"Los pequeños productores del país, somos aproximadamente 40 que tenemos entre 100 y 150 madres, debatimos siempre y llegamos a la conclusión que esto es una producción que necesita del afecto y apego a la misma, y también se ve entre nosotros, que competimos en las pistas, pero algunos nos hemos convertido en amigos entrañables, y la solidaridad es el eje de nuestra actividad, por eso también estamos unidos en las asociaciones que nos representan, agradezco a mi padre y a la vida, estar en esta actividad tan fraternal, que no sólo nos permite vivir muy dignamente, sino que nos reconforta el alma con cada encuentro como estos, que además nos dan la posibilidad de conocer todo el país", expresó refiriéndose a la Expo Porcinos de la fiesta Nacional del Trigo.
"Lamento mucho que haya productores que menosprecien esta actividad, cuando se tome conciencia de la eficiencia de convertibilidad del cerdo, se convertirá en uno de los mayores ejes de la producción nacional", concluyó el productor.