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No es secreto. Todos celebran unidos el gol de Rena. Alumni está en la punta, en su mejor arranque de campeonato |
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Escribe: Juan Manuel Gorno
Ni los grandes nombres ni los presupuestos hiperelevados. En el fútbol sobresalen los equipos. Y así lo entendió este nuevo Alumni, que volvió a ganar de local, 2 a 0 a Juventud de San Luis -mostrando una mejor imagen- e hizo números redondos, al quedar como único puntero y conservar la valla invicta.
La tarde de domingo que se volvió noche dejó entonces una emoción en los villamarienses que no se percibe desde hace tiempo, teniendo en cuenta el sufrimiento no tan lejano que se plasmaba en la pasada temporada, peleando por no ser el peor del grado.
Por eso, si bien es cierto que no conviene extralimitarse en el festejo porque el torneo recién comienza, resulta válido darse un baño de alegría.
A fin de cuentas, el equipo también da respuestas con lo suyo.
Ayer ganó sin discusiones y, más allá del cambio de sistema (por primera vez salió a jugar con el tradicional 4-4-2), se dio cuenta que no sólo hay que dar apoyo en la recuperación, sino también en la elaboración del juego.
En eso anduvieron los volantes, más lúcidos que antes, entre los que se destacó el debutante Sebastián Godoy, jugador de pases limpios y cabeza levantada, conjuntamente con Ariel Quiroga, quien tiende a transformarse en un símbolo para la gente.
Entre los dos volantes centrales organizaron una serie de toques cerca del área rival, a los 9 minutos, y de allí surgió el primer gol, fundamental para el desarrollo del partido.
Fue cuando finalmente Godoy habilitó a Emiliano Pérez, quien se filtró por la derecha, dejó atrás su marca y tocó al área chica.
En la acción se vio que Víctor Rena ya no estaba tan solo en la pelea de ataque y que su labor se agiganta cuando se la pasan redonda. Por eso el delantero justificó con su maniobra, definiendo al primer palo mientras acomodaba el cuerpo para darse vuelta.
@ Exaltados
La euforia en las tribunas exaltó a los visitantes, que entraron dormidos y buscaron una reacción. Sin embargo, las imprecisiones y el nerviosismo de Patricio Landa Garza, sumado a los pocos espacios que generaron los delanteros, no llevaron a Juventud por buen camino, pese a que mejoró a partir de la mitad del primer tiempo.
Un gol de Martín Uranga que fue anulado por supuesta posición adelantada de su asistidor, exasperó aún más al conjunto puntano, que chocó contra los centrales, se gastó en protestas y se apuró en los metros finales.
Alumni, por entonces, había perdido la pelota mediante salidas poco claras desde el fondo. Pero en el entretiempo tal vez Magistretti volvió a insistir con aferrarse a la posesión sin perder el orden.
Quizás ese pedido fue lo que surtió efecto en el complemento, cuando Juventud -con tres atrás- salió al acecho y dejó huecos que Alumni visualizó enseguida.
Landa Garza, a los 5’, se devoró un gol clave cuando recibió un despeje de Julio Chiarini y definió por arriba, pero con tanta tibieza que la pelota fue controlada por Darío Medina.
Fue la única situación muy clara del equipo puntano porque, en el golpe por golpe, Alumni siempre estuvo más cerca de concretar algo importante. De hecho, dos minutos después Rena, de cabeza, mandó por arriba del travesaño una chance nítida, y posteriormente Bolatti y Godoy (en tiro libre) estuvieron cerca de su gol. Y este arribo de los volantes bastó para comprobar que había un mayor interés para buscar el arco contrario con otros recursos que no sean sólo los pelotazos al centrodelantero.
De contragolpe, incluso, despegaron los volantes y hasta el lateral Medina, partícipe necesario del segundo gol, ya que peleó y ganó una pelota dividida, antes que Carlos Arias -en la puerta del área- enviara un balinazo con volea para hacer inútil la estirada de Mulieri, a los 24 minutos.
En contrapartida, el técnico de Juventud metió cambios para ser punzante por afuera, pero su equipo no entendió el mensaje y se repitió tanto por el medio que fue presa fácil para los seguros zagueros surgidos del Alumnito, Nahuel Caler y Alexis Díaz.
Apenas hubo intentos de media distancia que movieron a Chiarini. Y esa poca eficacia del visitante contrastó con la lucidez de su rival.
Es que Alumni, pese a que no brilló ni se deshizo en lujos, demostró una entereza colectiva que inspiró tranquilidad y, si acertaba en más contragolpes, tal vez se convertía en un puntero arrollador, más que sorpresivo. Pero ese cartel no le cabe. Mejor festejar con perfil bajo y seguir apelando a la fortaleza de equipo, mientras el resto se preocupa para justificar su real jerarquía.
El árbitro: Ezequiel Maitini obvió un codazo de Ojeda contra Carlos Arias que mereció roja. Además, recibió la recriminación de los puntanos por un supuesto penal y anuló un gol de Uranga por una posición adelantada que no se vio. Dejó muchas dudas, al igual que sus asistentes.
La figura: Los volantes centrales, Ariel Quiroga y Sebastián Godoy, fueron el eje fundamental del equipo, por recuperación y juego. También se destacó Darío Medina y los dos centrales, Caler y Díaz. Rena aportó lo suyo y marcó un gol clave.
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