Javier tiene 30 años y vive en la capital cordobesa. Ayer limpiaba vidrios a los vehículos en una esquina céntrica. Le dijo a EL DIARIO que lo hace por “necesidad” y para poder regresar a su casa.
Es ayudante de albañil y hace dos semanas que está en la ciudad. Contó que gana entre 10 y 20 pesos por día limpiando parabrisas de 8 a 21, pero que los demás jóvenes ganan “mucho más porque la gente los conoce”. Javier reveló que la Policía no quiere que esté acá y que todos los días “me obligan a irme”. Pero sigue. Dialoga con los demás chicos y cuenta que “me cuentan todo, dicen que hay mucho quilombo en la calle y me hablan de la droga”.
Daniel Q. anda por allí. Tiene 17 años y desde hace dos meses se para, de 8 a 20, en Yrigoyen y Corrientes con el mismo fin. Pero hace cuatro años que vive de esto y no concurre a la escuela, donde cursó hasta segundo año. Tiene 6 hermanos, que viven con sus padres en barrio Roca. Aunque “la Policía y la Municipalidad no quieren que limpiemos vidrios, en mi casa hay poco ingreso y necesito juntar plata”. Gana, aseguró, 500 pesos semanales. “Varias veces nos llevó la Policía, porque hay gente que nos denuncia”, confió.
En esquinas tradicionales para este trabajo, siguen estando adolescentes y jóvenes -con testimonios coincidentes- a pesar de promesas de un cambio en sus vidas.

@Lavadero ecológico

Lucas, de 17, contó a EL DIARIO que está anotado en el municipio para ingresar a trabajar en el prometido lavadero ecológico, que buscará la contención social y laboral de chicos como los limpiavidrios. “No hay novedades. Estoy cansado, busco trabajo y no consigo por ser menor de edad”, confesó.
Desde la Municipalidad, el secretario Héctor Muñoz, ante la consulta de este matutino, aseguró ayer que en los próximos días comenzará la construcción del lavadero.