Escribe: Gustavo Ferradans
(de nuestra Redacción)

Estuvo cerca, muy cerca de subirse a la semifinal. Fue protagonista de la serie de play off más pareja del torneo ante un rival con mucha historia liguera. El SOS Villa María culminó su primera temporada en la Liga Argentina A1 convirtiéndose en la revelación del torneo y dando pelea hasta el final.
Tal vez por eso sus simpatizantes están agradecidos por lo que dieron, cómo se brindaron y todo lo que dejaron para lograr el triunfo final. Demostraron poseer ese “fuego sagrado”, que tienen los que quieren ganar, aprender, crecer y disfrutar de cada partido.
Y ahora es momento de balances, tal vez todavía en caliente. Hace horas que quedó eliminado y todavía brotan las emociones y algunas broncas porque (se entiende) tenía grandes chances de sumarse a Drean Bolívar, UPCN de San Juan y La Unión de Formosa, para los play off de semifinales, pero no se dio.
Terminó perdiendo 3 a 2 en el último partido, en una serie de cuartos que se estiró hasta el quinto partido ante un rival que ya es un habitué en estos menesteres. Gigantes, además de tener un plantel con varias figuras importantes, ha sido finalista en 2006-2007 y en las últimas dos ligas ha sido semifinalista.

Histórica campaña

Pero vayamos por parte, para hacer un balance de esta campaña histórica que, por donde se lo mire, es positivo.
El Villa María Vóley comenzó a gestarse, como proyecto, hace casi dos años. Y en menos de ese tiempo, se convirtió en protagonista de la Liga Argentina. En la pasada temporada jugó por el ascenso, perdiendo la final de la Liga A2, y ganando luego el repechaje ante un protagonista histórico como Obras de San Juan, nada menos que de visitante.
Ese logro, posibilitó que por primera vez en la historia del deporte villamariense, un equipo local jugaría en la más alta división de un deporte en conjunto. Es algo que hemos reiterado en varias notas, pero es necesario recordarlo. El deporte local, ha tenido muchas alegrías a nivel individual, pero este año saldó parte de su deuda en lo que respecta a deportes de equipo.
Antes Gustavo Ballas, en boxeo; Héctor Falé en pelota a paleta, Oscar Soria en pesas; y otros tantos protagonistas, escribieron su nombre en campeonatos mundiales o nacionales de numerosas disciplinas.
Pero fue a través del vóley que la ciudad comenzó a nombrarse en distintos medios nacionales. Y esa mención estuvo siempre acompañada de palabras elogiosas, como “la revelación” o “el sorprendente”, entre tantas.
Aquel proyecto imaginado por Fabián Invernizzi y Fabián Alaniz hace varios años, que comenzó a tomar forma con la conformación del Villa María Vóley y la obtención del ascenso a la A1, obtuvo el respaldo de varias instituciones que desarrollan la disciplina como Biblioteca Rivadavia, el Instituto Santísima Trinidad, y las universidades nacionales de Villa María y la Tecnológica, que se han sumado al proyecto.

Pura capacidad

Con un entrenador del nivel de Juan Manuel Cichello (conductor de los seleccionados nacionales juveniles), se conformó el resto de un cuerpo técnico casi enteramente local y que trabajó desde el mes de setiembre del año pasado, con un grupo de jugadores jóvenes, con mucha proyección y con casi nula experiencia como titulares en un equipo liguero de la A1.
Cichello planteó la propuesta, le puso nombres y objetivos y detrás de él se encolumnaron todos. El primer objetivo fue conservar la categoría, el segundo cimentar las bases de un proyecto que perdure en el tiempo, el tercero que el equipo fuera batallador, que diera espectáculo y que fuera protagonista de cada partido.
A todos los anunció a los “cuatro vientos”, siempre con perfil bajo, proponiendo trabajo y más trabajo, brindando y transmitiendo sus conocimientos a sus colaboradores y siempre con una cualidad que lo resalta como ser humano: humildad e incansable capacidad de trabajo.
El plantel desde que llegó demostró profesionalismo y voluntad para aprender y crecer. Se identificó con la ciudad y con el trabajo propuesto y a partir de eso su crecimiento fue constante, dejando en claro que su verdadero techo todavía no lo alcanzó.
La campaña superó todos los pronósticos, los propios y los ajenos, se lograron resultados destacados, y se protagonizaron partidos inolvidables.
A nivel dirigencial hubo esfuerzos, sacrificios y mucha volundad, pero por sobre todo, esta Liga dejó experiencias, enseñanzas y un montón de vivencias que permitirán hacer un balance positivo en muchos aspectos. Esas vivencias que deberán ser utilizadas para corregir los aspectos donde hubo errores y profundizar otros en los que se acertó.
El regalo para los que asistieron a los distintos partidos que el equipo jugó de local o visitante, fue poder ver en acción a jugadores de renombre como Spajic, Arroyo, Guille García, Porporatto, Milinkovic, Wallace, Meana, Elgueta, Stepanenko, entre tantos otros, al igual que entrenadores como Weber, Kantor, Armoa, Grossi o Getzelevich.
A todos nosotros nos regalaron un año inolvidable, la posibilidad de ver a un equipo villamariense siendo protagonista de una primera división nacional y un sueño, que antes era sólo una ilusión y que este año se convirtió en realidad.
Por eso le damos las gracias y ojalá se repita.