Con el marco de una profunda crisis salarial, se celebra hoy en todo el país el “Día de los Trabajadores de la Industria de la Alimentación”.
En diálogo con EL DIARIO, el secretario General del Sindicato de Trabajadores de la Alimentación Villa Nueva (STIA), Fernando Páez, describió la difícil situación en que se encuentra el sector.
En un alto del Plenario de secretarios Generales, convocado por la Federación que aglutina a los gremios de la industria alimenticia (FSTIA) que se reunieron ayer en la ciudad de Buenos Aires para analizar la actualidad y definir las estrategias para negociar la necesaria suba salarial, Páez realizó sus consideraciones.
“Los trabajadores de la alimentación, estamos atravesando una gran crisis. Ante este cuadro de situación hemos tomado hoy, con los responsables de otras jurisdicciones, importantes decisiones”, anunció el sindicalista villanovense.
Entre las iniciativas adoptadas en el plenario se destacan la denuncia del Convenio Colectivo de Trabajo y la declaración de estado de alerta y movilización.
“No vamos a esperar a que finalice, a fines de abril, el convenio para discutir aumentos, queremos hacerlo ahora”, indicó el gremialista a este matutino.
“Los trabajadores tienen escasos ingresos (2.300 pesos), que están totalmente desfasados con respecto a la canasta básica para una familia tipo (según un estudio realizado por STIA no baja de los 3.800 pesos). Este es el parámetro que se ha tenido en cuenta para afrontar las paritarias”, agregó el consultado por este medio.
Según los datos publicados en la edición de ayer del diario Clarín “el Instituto de Economía del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de Córdoba mide desde diciembre de 2006 -cuando comenzó la crisis del INDEC- el costo de la canasta en varias ciudades cordobesas. Para enero, para un grupo familiar en Villa María fue de $ 3.569,10, en Río Cuarto $ 3.240, en San Francisco, $ 3.439 y en Córdoba capital $ 3.418”.
Todos los valores recabados, indican una profunda brecha entre el poder adquisitivo de los trabajadores y lo necesario para subsistir.
“Las bases nos piden que sus ingresos sean mejorados y nosotros tenemos que responder”, también manifestó Páez.
“Es una lucha que recién comienza y me parece que será descarnada”, concluyó el referente del STIA.

Todo tranquilo

Al ser consultado sobre el estado de las relaciones que mantiene el sindicato con la empresa “Santa Clara” (actuales propietarios de la ex planta 1 de Nestlé), Páez indicó que “está todo tranquilo”.
“La gente de la empresa ha cumplido, realizaron inversiones y podemos ver el progreso. Los conflictos que teníamos los superamos y hoy las relaciones son óptimas”, subrayó.
Sin embargo y a pesar del equilibrio en los contactos con el empresariado, el gremialista marcó las diferencias poniendo sobre el tapete las necesidades de los empleados.
“Más allá de que estemos bien -con la patronal- nuestros salarios necesitan ser mejorados en el corto tiempo. Por esto no bajaremos los brazos”, concluyó.