La conferencia del sector lácteo, que comenzó ayer y se desarrollará esta semana en Buenos Aires y Sunchales (Santa fe), con organización de la Unión Internacional de los Trabajadores de la Alimentación, consiguió reunir a los referentes nacionales con sus pares de otros puntos del planeta.
Es el primer encuentro de semejante magnitud.
Antes de debatir, los anfitriones de Atilra y sus invitados escucharon a representantes del Gobierno, de CIL, Apymel y la Mesa de Productores santafesinos.


Escribe: Sergio Vaudagnotto (*)

Dirigentes de los trabajadores de la industria láctea de 22 países y los de todas las cuencas lecheras argentinas nucleados en Atilra, comenzaron ayer a analizar el panorama global del sector, para establecer criterios y líneas de acción comunes ante el avance de actores como Kraft, Nestlé, Danone y Fonterra, entre otros, en el marco de un fenómeno que tiende a concentrar la industrialización en menos manos y que se suma a la llamada “sojización”, para oscurecer el futuro de los afiliados.
La Conferencia Internacional del Sector Lácteo ideada por la Unión Internacional de los Trabajadores de la Alimentación, fue abierta por el secretario General de esta organización, Ron Oswald (Inglaterra); por la vicepresidenta Neuza Barbosa de Lima (Brasil), y por el titular de Atilra, Héctor Ponce. Los acompañaron en el estrado y usaron brevemente de la palabra el ministro de Trabajo, Carlos Tomada; el subsecretario de Lechería, Jorge Videla, y el secretario General de la CGT, Hugo Moyano (Videla será disertante esta tarde).
En esos primeros conceptos de bienvenida, Oswald señaló el peligro que significa que el sector lácteo tenga “cada vez jugadores societarios más poderosos”, lo que representa “un desafío: el de unirse para enfrentar esta situación con criterios comunes”.
Barboza de Lima asoció sus palabras al Día Internacional de la Mujer Trabajadora (el lunes último), para asegurar que “somos cada día más luchando al lado de nuestros compañeros” y reclamar “porque todavía ganamos un 30% menos que ellos a igual trabajo”.
Ponce aludió al “proceso de ‘sojización’ que experimenta nuestro país en desmedro de la lechería y generando pobreza en el campo”, al tiempo que remarcó que “a pesar de todas las dificultades, la actividad láctea facilita un crecimiento homogéneo”.
“La soja, en cambio, da muy buenos dividendos para unos pocos que ni siquiera viven en esas localidades”, remarcó.
Y agregó: “Queremos una industria con productividad y rentabilidad, con un Estado que participe, tutele y active… A esto lo creemos en franca contraposición a los que veneran al ‘Dios Mercado’ ”.
Videla ahorró palabras con vistas a su intervención de hoy y sólo transmitió los saludos del ministro Julián Domínguez. Para Moyano “es bueno que los trabajadores del exterior vengan a este intercambio, porque conocerán la realidad del país de boca de nuestros compañeros de Atilra y no de medios que tergiversan”.
El ministro Tomada, al cierre de la primera parte de la conferencia, dijo que “sin meterme en el terreno de la máxima autoridad en el país en materia de lechería (en alusión a Videla, a quien dirigió un gesto como pidiendo permiso), debo destacar la iniciativa de esa cartera, de estar elaborando un auténtico Plan Estratégico, para el cual están siendo escuchados todos los actores de la cadena”.
En la segunda parte de la rueda matinal disertaron los invitados Miguel Angel Paulón, del Centro de la Industria Lechera (CIL); Pablo Villano, de la Asociación de Pymes Lácteas (Apymel), y Ricardo Garnero, de la Mesa de Productores Lecheros de Santa Fe.
Paulón destacó que Argentina ya cuenta con 110 destinos para sus exportaciones del sector, que son de leche y queso fundamentalmente, a los que se suman en un porcentaje menor otros productos con valor agregado. Para el representante del CIL, la situación actual es de “relativa calma en cuanto al consumo, que se está despertando por diferentes motivos”.

Pymes, generadoras de empleo

A su turno, Villano indicó que hay 204 pymes lácteas registradas, un 80% de las cuales elabora quesos, con un promedio de proceso de unos 20 mil litros diarios. “La diferencia entre nosotros y la industria automatizada es que alrededor de una de nuestras empresas se forma una pequeña cuenca, es decir, la diferencia está en el empleo que generamos”.
El enviado de Apymel expresó su preocupación “por no sentir apoyo directo para inversiones o para soportar el stock excedente de primavera, que define los precios”.
Garnero, de la mesa de productores santafesinos, sostuvo que para la defensa de la lechería debe ponerse el acento “en la formación de los precios… en el marco de una Ley Nacional de Lechería”.
También tocó el tema de la “sojización” para referir situaciones en las que los tamberos pasan a arrendar sus campos, algo que debería ser corregido también por la nueva legislación.

Desde Villa María

Pedro Fernández, titular de Atilra Villa María y secretario Administrativo del gremio a nivel nacional, en un alto de las deliberaciones en el Hotel Panamericano, dijo a EL DIARIO que “el nivel de la conferencia es alto”, y destacó “la coincidencia generalizada acerca de la necesidad de trabajar en conjunto y con la participación activa del Estado en todas las políticas productivas, y especialmente en el caso que nos atañe, que es el de la producción láctea, que tiene el correlato de un fuerte crecimiento de las economías regionales a través de la creación de gran cantidad de puestos de trabajo”.
“Quiero reconocer las palabras del ministro Tomada, porque es verdad y fueron muy efectivos los subsidios del Gobierno en los momentos de severa crisis internacional, para que en nuestro país se mantuvieran las fuentes de trabajo”, enfatizó.

Desde la Federación Europea

Harald Wiedernhoffer, secretario General de la Federación Europea de Sindicatos de la Alimentación, la Agricultura, el Tabaco y el Turismo, señaló que en Europa existen 12 mil empresas con 400 mil puestos de trabajo. “En materia de transnacionales tenemos a todos los actores: Nestlé, Campina, Fonterra, Unilever, Kraft… Están consolidando sus constantes compras y este es el principal problema que tenemos, porque son cada vez más poderosos y logran enormes bajas en los precios.”

Desde Francia

Regis Degouy, secretario General de la Federación General de la Agricultura de Francia, fue consultado por la situación del sector en su país, y respondió que “allá, al principal problema lo tenemos con los productores”.
“Cuando todo iba bien, la leche era pagada a un precio que les dejaba un margen muy provechoso, pero con la actual crisis los industriales reclaman un ajuste de precios, a lo que se niegan los productores, que son muy conservadores y tienen un poder de lobby muy fuerte. En otros países, como Alemania, estos problemas ya han sido resueltos, con los productores entendiendo la realidad actual”, añadió.

Desde Nueva Zelanda

James Ritchie, del Sindicato de Trabajadores Lecheros de Nueva Zelanda (el que más representantes trajo a la conferencia), indicó que en su país, como en otros, “el principal desafío es la creciente consolidación de la propiedad de las industrias en manos de las transnacionales”.
“Debemos luchar para mantener a nuestros afiliados y para garantizarles un trabajo decente”, afirmó el neozelandés.

Desde España

Sebastián Serena, de la Unión General de Trabajadores de España, aseguró que en su país “desde 2007, la situación de crisis en el sector lácteo se viene agudizando y arrastra una situación cada vez más comprometida”.
“Hemos tenido una guerra de precios tanto en Europa como en España… Nuestro país tiene un tope de producción de leche de 6 mil millones de toneladas al año, pero consume 9.000 millones de toneladas anuales, lo que ha llevado, entre otras cosas, a que se desarrolle la producción de leche en negro… y ya sabemos lo que significa la producción en negro para los trabajadores.”



(*) Enviado de EL DIARIO a Buenos Aires