El juicio que se le sigue al traumatólogo Oscar Alberto Dávila (42) por el crimen de su esposa, la fisioterapeuta hernandense Marisel Pons (37), ingresará el martes en la recta final, ya que tras la recepción de los últimos testimonios, el tribunal y los miembros del jurado popular escucharán los alegatos de las partes, paso previo al dictado de la sentencia correspondiente.
De todos modos, todavía falta que se termine de incorporar al debate el resto de la prueba obrante en el expediente y no se descarta que se puedan producir novedades de importancia en esta instancia definitoria del proceso.
Lo que sí se estableció en la víspera es que el próximo miércoles, a partir de las 11 de la mañana, alegará el fiscal de Cámara, Moisés Yona.
En tanto, es posible que las conclusiones de la Querella, ejercida por la abogada Rosa Elena Nou (representante legal de la familia de la víctima), y de la Defensa, a cargo del letrado villamariense Marcelo Martín Silvano, puedan diferirse para jueves o viernes.
De ocurrir así, la etapa final del juicio -es decir la última palabra y el veredicto- casi con seguridad quedará para la otra semana. En cambio, si todos los alegatos se pronuncian el mismo miércoles, es probable que la sentencia se conozca a más tardar el viernes.

Sigue el martes

Especulaciones al margen, lo cierto es que el martes, a partir de las 8.30, se escucharán las declaraciones de los últimos cinco testigos convocados por las partes, entre ellos la mamá del imputado y un par de peritos de la capital provincial.
Se trata de Humberto Caffaratto, un vecino de Hernando que fue citado como nuevo solicitado por la querella; Norma Molina, madre de Dávila; la bioquímica Nidia Modesti, directora del Laboratorio de Biología Molecular del Ceprocor (Centro de Excelencia de Productos y Procesos de Córdoba); la licenciada Silvia Paulini, de la Policía Judicial, y el médico villamariense Ignacio Bruno, quien trabajaba en los consultorios de 12 de Octubre 135, en Hernando, donde se produjo el hecho la mañana del 26 de marzo de 2008.
Buena parte de la prueba testimonial que estaba agendada para ser escuchada en el debate, finalmente fue renunciada de común acuerdo por la Fiscalía, la Querella y la Defensa, por lo que se decidió incorporar esas declaraciones por lectura.
El martes, luego de que expongan los cinco testigos citados, se resolverá sobre la prueba documental e instrumental que completa el expediente.

“Muy callado”

Durante la sexta jornada del proceso que se le sigue a Dávila como supuesto autor de “homicidio calificado por el vínculo” (delito que tiene como única pena la prisión perpetua), comparecieron una docente y tres peritos que arribaron a los Tribunales de Río Tercero -donde se sustancia el juicio-, procedentes de la ciudad de Córdoba.
La profesora Silvana Serasio, esposa del médico Ricardo Bianchini, dijo que vio al acusado “como ido” cuando fue a su casa junto a su esposo, ya que ambos son colega y amigos.
Serasio aclaró que si bien Dávila “era una persona seria”, ese día lo notó “distinto, más bien callado”. Y tras cruzar unas palabras, el traumatólogo recibió un llamado telefónico y le pidió a Bianchini que lo llevara a encontrarse con su hijo Gastón.
La educadora agregó que el día del hecho el médico villamariense vestía ropa de color oscuro y negó que se hubiera bañado en casa.

Los tres peritos

Posteriormente declararon los peritos Darío Della Mata, Javier Lascano y Gabriela Conforti Morán, todos integrantes de la Policía Judicial que intervinieron en distintas etapas de la investigación del caso.
Della Mata efectuó un pormenorizado relato de la tarea desarrollada aquel 26 de marzo y si bien dijo que en un principio se pensó que Marisel Pons se había suicidado, con el correr de las horas fue creciendo la hipótesis del homicidio debido a una serie de indicios en la escena del crimen.
A su turno, Lascano declaró que al analizar las prendas íntimas de la víctima, e incluso tras realizar un hisopado vaginal, no halló restos de semen.
Finalmente, la ingeniera química Conforti Morán compareció ante al tribunal y los jurados en relación a un análisis que efectuó sobre manchas de sangre encontradas en el lugar y confirmó que la misma pertenecía a Marisel. Asimismo, dijo que no pudo determinar la existencia de drogas y otras sustancias en dichas muestras.