Escribe: Juan Manuel Gorno
Una mejor versión y un punto que ayuda poco, pero que no desentona. Esto es lo que sumó Alumni en su bolso de regreso a la ciudad, tras igualar sin goles anoche, en Bahía Blanca y ante Villa Mitre.
En lo que fue catalogado como un “partido final”, el equipo villamariense hizo el gasto como para quedarse con la victoria y fue superior que su rival, aunque esto no alcanzó para descontar en la tabla general, donde sigue en Zona de Promoción, obligado a salir.
Anoche Alumni cambió de un período a otro. En el primer tiempo fue más especulativo, al esperar en su campo para salir de contragolpe. Y en el complemento no dudó, fue en búsqueda del gol con presión sobre la salida del rival y no se puso en ventaja rápido por impericia en la definición.
Villa Mitre, con tres hombres en el fondo y acumulación de gente en el medio, quiso sorprender en el arranque del partido, cuando un tiro de esquina de Cristian Sarsa encontró el anticipo de Rodrigo Sánchez, quien cabeceó por encima del travesaño.
Pese al sofocón, el conjunto villamariense siguió con su postura que casi rinde sus frutos en una réplica veloz, en momentos que Luciano Vázquez peinó una pelota para el ingreso de Carlos Herrera, pero éste sacó un remate de primera que cayó a las manos del arquero. Luego, quien falló fue Román Strada.
Lo concreto que Alumni mejoró tras los 20 minutos de juego, más allá de algunos arrebatos individuales del enganche local, Daniel Fernández, quien envió un tiro apenas por encima del horizontal, a los 28’.
Más adelantado, el elenco de Ranalli se dio cuenta que había que capitalizar las limitaciones del rival a la hora de salir jugando, entonces tomó protagonismo y hasta Herrera marcó su gol de cabeza, tras centro de Godoy, a los 35’, pero el árbitro, a instancias del asistente, anuló la jugada, bajo una gran polémica.
Igual había que tomar recaudos con respecto al habilidoso Fernández y una muestra llegó a los 42’: el diez, a pura gambeta, dejó a cinco hombres en una baldosa y sacó un remate a colocar que no fue tan esquinado y encontró una gran reacción de Carlos Ronco.

Presión e ineficiencia

Para el segundo tiempo, Alumni desarrolló otra tarea, más interesante desde el juego colectivo, que no se plasmó en el arco contrario porque faltó eficacia y, además, sistemáticamente muchos fueron quedando en off side o tuvieron, de vez en cuando, algunas malas decisiones del asistente.
Con la manija y el despliegue de un Godoy entusiasmado y el aporte en la contención de López, Alumni se hizo dueño del partido y merodeó el área del frente, generando ocasiones claras.
A los 11’, Herrera peinó un centro y por detrás de todos la cabeceó Godoy para vencer al arco, pero Sarsa llegó con lo justo para sacarla sobre la línea. Y tres minutos más tarde, Strada recibió un pase de Matías Bolatti por izquierda y queda solo, pero remató al segundo palo con un tiro que se fue elevado.
Después llegó un corte de luz que detuvo el partido durante 21 minutos, lo que enfrió un poco la tarea del elenco fortinero.
Con el retorno de la iluminación, Ranalli buscó mayor claridad y vértigo con el ingreso de Juan Aimar y Gabriel Bolatti, respectivamente, pero Villa Mitre se agazapó como pudo, ante la desesperación de su hinchada, que pedía ganar como sea.
Un tiro de Matías Bolatti que se fue cerca del travesaño fue la última chance dilapidada por el equipo visitante, que finalmente se retiró lamentando los tres puntos que no pudo conseguir, aunque con la certeza de haber exhibido una mejor imagen, que puede servir como envión para ganar el miércoles, ante Cipoletti de Río Negro.

La figura

Sebastián Godoy fue la manija de Alumni. La pidió siempre, generó juego, dio un pase de gol y casi convierte otro.

El árbitro

Facundo Díaz, de Ayacucho, se equivocó seguido por culpa de sus asistentes, que lo hicieron llevar por mal camino a la hora de marcar posiciones.