Las alfalfas deben cuidarse como todos los cultivos, ya que además de ser tanto o más rentable que cualquier otro cultivo agrícola, manteniéndolo y protegiéndolo de las malezas, puede extender su potencial y duración. El ingeniero Agrónomo Héctor Rainero, del INTA Manfredi, especialista en el tema, explicó como manejar las alfalfas desde su implante.
"Un dato poco conocido es que Argentina es uno de los principales productores de alfalfa del mundo, a pesar que en los últimos años se redujo el número a hectáreas sembradas a aproximadamente 3,5 millones", marcó primero.
Según el especialista, "actualmente un porcentaje importante de este cultivo se realiza en siembra directa (SD), a pesar que presenta algunas dificultades debido a su semilla pequeña, la cual no debe sembrarse ni tan profunda ni tan superficialmente porque se dificulta su emergencia. De todas maneras, si se eligen bien los lotes y se hace un buen barbecho químico, se obtienen excelentes implantaciones mediante este sistema. Hay que remarcar que deberían ser descartados aquellos lotes que tienen demasiado rastrojo en superficie o que tienen problemas importantes de malezas perennes".
"Las pasturas base alfalfa en SD se implantan bien en aquellos que provienen de soja RR sembrada temprano, moha para la realización de rollos, maíz destinado para silo y girasol. Todos estos lotes se desocupan temprano con lo cual es posible la siembra de alfalfa en tiempo y forma. También, si se tiene la precaución de mantener libre de malezas se pueden utilizar lotes que provienen de verdeos de invierno y trigo no muy denso. En todos ellos se puede lograr un stand adecuado y uniforme de plantas", puntualizó Rainero.

Momentos

Sostuvo que "las condiciones óptimas para la siembra de esta forrajera se dan en marzo-abril ya que en esa época el perfil del suelo contiene suficiente humedad y las temperaturas son todavía templadas. Sin embargo, también es un momento propicio para la emergencia de malezas de ciclo otoño-invernal, por lo que hay que emplear herbicidas que controlen las malezas nacidas. Los herbicidas se deben aplicar antes de la siembra o incluso posterior a ella, pero antes que nazca el cultivo".
"El mejor momento para controlar malezas en alfalfa es durante la implantación. Si el lote proviene de varios años de siembra directa, seguramente habrá menos diversificación de malezas, lo cual facilita su control; además el manejo es más simple partiendo de una pastura bien establecida ya que el propio cultivo realizará una importante competencia debido a su rápido rebrote y crecimiento después de utilizado. Para eliminar malezas emergidas previo a la siembra de alfalfas puras o consociadas, es preferible al usar estos herbicidas que las malezas estén en un estado juvenil porque si no pueden rebrotar. El empleo de estos herbicidas puede ser más relevante si en el lote se observaran malezas con conocida tolerancia a alguno de ellos. La trifluralina fotoestable (que puede usarse sin incorporación) puede controlar gramíneas anuales, pasto puna y algunas especies de hoja ancha pero no suele tener la misma eficacia que las formulaciones incorporables y estas últimas no se pueden usar en directa. El flumetsulam controla malezas de hoja ancha, como bolsa del pastor, nabillo, mostacilla, nabo, altamisa colorada, mastuerzo, ortiga mansa, capiqui y botón dorado, entre otras", afirmó.

¿Qué herbicidas?

"En alfalfa emergida se deberá comenzar el control de malezas cuando el cultivo desarrolle la segunda o tercera hoja trifoliada. En este momento, varios herbicidas solos o en mezclas se pueden recomendar durante la implantación. Los más usados para malezas de hoja ancha en alfalfas puras o consociadas con gramíneas son flumetsulam, 2,4-DB, clorimuron y bromoxinil. En alfalfas puras, además de los mencionados se puede emplear el imazetapir. Para el control de gramíneas anuales y perennes en pasturas puras de alfalfas o asociadas con otras leguminosas, se pueden utilizar los graminicidas selectivos que son totalmente inocuos para estas forrajeras", manifestó el ingeniero.
Aseguró que "el 2,4-DB es un herbicida muy empleado en alfalfas puras o con cultivos graminosos porque es uno de los más conocidos ya que se usa desde hace muchos años. Controla varias malezas de hoja ancha y tiene gran efectividad sobre cardos. También es muy usado en mezcla con clorimurón (25%) con lo cual se puede lograr un mayor espectro de control. La mezcla de imazetapir con 2,4-DB también es muy efectiva y le adiciona a la aplicación un interesante efecto residual. Sin embargo el imazetapir no se recomienda en alfalfares asociados con gramíneas".

Distintas etapas

"Durante la implantación, la alfalfa es frecuentemente invadida por malezas tales como: nabo, nabillo, mostacilla, bolsa del pastor, ortiga mansa, cardos, perejilillo, pasto puna, cebadilla, etc. Todas son controlables y es muy importante realizar el control cuando están en su estado juvenil ya que son más sensibles a los herbicidas. Entre las más problemáticas en pasturas implantadas, se pueden citar el gramón, el cebollín, el pasto puna, la rama negra, la mayoría de las gramíneas anuales, la cebadilla, el baraval y la verdolaga. En general estas malezas son más complicadas para controlar que las de la implantación y el costo de aplicación puede ser mayor. Por eso es importante al segundo o tercer año de vida hacerles a las pasturas, un monitoreo del número de plantas y estado. Si las coronas están bien desarrolladas y hay al menos 50 plantas/m2, todavía sería factible invertir para controlar las malezas presentes", se explayó.
Por último aseveró Rainero que "hay que hacer hincapié en que la alfalfa es un cultivo sumamente rentable, igual o mayor que otros cultivos agrícolas que se siembran a gran escala en nuestro país; por lo tanto es conveniente controlar muy adecuadamente las malezas que la afectan ya que de esa manera produce un excelente forraje, tiene una mejor productividad por hectárea y una mayor perdurabilidad en el tiempo".