Escribe: Fabio Morisetti

En un partido discreto, Rivadavia y Alem terminaron dividiendo honores en Arroyo Cabral. Cuando parecía que el local se quedaba con los tres puntos, Alejandro Centeno marcó el empate a cinco minutos del final y obligó a que ambos equipos sumaran de a uno.
En la primera etapa jugó mejor Rivadavia. Sin brillar, pero dejando una imagen sólida, de equipo aguerrido y ordenado tácticamente.
Con mucho despliegue y ráfagas de buen juego, el verde logró imponerse a un Alem rico en individualidades pero falto de juego colectivo.
Ya a los dos minutos el local avisó con un cabezazo exigido de Damiano que terminó en las manos de Maggi. Sin embargo, el tricolor contó con una buena chance mediante una buena acción personal de Andrés Agosto que Tisera envió al córner.
El partido no despegaba y los arcos parecían muy lejos, pero aún dentro de ese contexto, Rivadavia prevalecía en el mediocampo, de la mano de un ordenado Berterame y algunos chispazos de un Guzmán al que aún parece faltarle rodaje con su nuevo equipo.
A los 13 un centro casi termina en gol en contra de Velazco, quien peinó el balón enviándolo al córner muy cerca del palo izquierdo. La visita contestó sobre los 18 con un fuerte zurdazo del otro Agosto que Tisera rechazó con los puños.
Cuando parecía que el partido entraba en la intrascendencia, una mano innecesaria de Solís en el área permitió que Berterame abriera el marcador mediante un penal que remató en forma violenta a los 26, poniendo justicia en el marcador.
A partir de allí levantó algo el partido y aparecieron las jugadas de riesgo. A los 29, Costa mandó una volea de derecha cerca del poste izquierdo, y un rato después el grandote Damiano obligó a la parición de Maggi. Un minuto después, el arquero le tapó el gol a una volea de Domínguez, y en la contra Centeno se la bajó de pecho al “Cuchillo” Ceballos que remató en forma defectuosa.
A los 43, Damiano rompió el travesaño con un potente derechazo, y, ya en tiempo cumplido, Domínguez corrió 30 metros en soledad para definir muy mal ante la salida del arquero.
El cierre de la etapa mostraba mejor parado a un Rivadavia que hacía méritos para ir en ventaja.
En el complemento, la cosa varió sustancialmente, y mucho tuvo que ver que la visita encontrara la igualdad rápidamente. A los dos minutos, Pedernera quedó solo frente a Tisera, pero definió al cuerpo del arquero. Pero como el fútbol da revancha, seis minutos después, un rebote le quedó justo en el área y el defensor igualó las acciones.
Fue éste un factor fundamental para que el partido cambiara. A Rivadavia le costó una enormidad recuperarse y los de Villa Nueva, sin ideas pero con empuje, pasaron a manejar el partido, aunque sin generar chances de gol.
Sin embargo, en medio del dominio visitante, un centro intrascendente terminó con un rechazo defectuoso de Cristian Agosto que se metió en el segundo palo de Maggi. Iban 13 minutos y el verde volvía a sacar ventajas.
El partido se tornó decididamente malo, con un Alem desesperado por ir hacia adelante pero equivocándose casi siempre y un Rivadavia que lejos estaba del de la primera etapa.
Y cuando parecía que todo estaba liquidado, la defensa local durmió y Centeno apareció en soledad para, a cinco minutos del final, empatar otra vez.
Así se llegó al final con una igualdad que dejó sensaciones diferentes por cómo se dio el partido. Rivadavia lamentó los dos puntos perdidos y Alem se llevó un punto de una cancha siempre complicada.

La figura
Con muy poco, Marcos Berterame fue lo más destacado de un partido chato. El “Puli” intentó jugar por el piso y metió en el mediocampo, aunque con suerte diversa. Aseguró el penal con un fuerte tiro al medio del arco.

El árbitro
Regular arbitraje de Adolfo Rodríguez. En la primera etapa cumplió una buena labor, pero en la segunda mitad aplicó fallos con excesiva severidad, haciendo por momentos muy difícil la continuidad del partido.