Momentos de indescriptible felicidad vivieron ayer 10 familias radicadas en el barrio Solares de la Villa cuando concurrieron a una conocida escribanía local para estampar sus firmas en las escrituras que los hacen definitivamente poseedores de sus viviendas.
Tal como lo había anticipado EL DIARIO en su edición del pasado martes, era inminente el proceso de escrituración ordenado por el juez Civil Augusto Cammisa, en el marco de la causa por la cual se tramita la quiebra declarada a la firma “Jorge Eduardo Suárez” Empresa Constructora SRL, encargada de construir y vender el complejo habitacional.
Y finalmente, el ansiado “día D” llegó acompañado por una calurosa y húmeda jornada, que tuvo como condimento especial el temporal de lluvia y viento que se abatió a media tarde de ayer sobre la ciudad.
Sin embargo, ninguna de esas inclemencias del tiempo fue impedimento para que los vecinos, profundamente emocionados, se dieran cita en la Escribanía Spila-Durán para estampar sus firmas en las escrituras que los convierten en “dueños absolutos” de las viviendas que ocupan desde hace más de una década.
Uno a uno, los nuevos-viejos propietarios rubricaron sus respectivos documentos ante la atenta mirada de la escribana Alcira del Valle Spila, quien también se manifestó conmovida por el trascendental momento que le tocaba vivenciar.
Aunque suene exagerado, la sede notarial ubicada en La Rioja 1253 fue escenario de una especie de “fiesta de satisfacción y justicia”, en la que los agasajados fueron los vecinos y los anfitriones la dueña de casa y su equipo de colaboradores.
Así las cosas, los vecinos que pudieron escriturar son Raúl Héctor Fassetta, Ana María Ferrero de Böse, Mónica Raquel Lavalle, Zulma Viviana Maiolo, Graciela María Manzi, Miguel José Martinengo, Enrique Elder Mellano, Graciela del Valle Coppari de Montechiari, Stella Maris Vicario y Silvia Inés María Zalazar. Nueve de ellos son patrocinados por el abogado Julio Monasterio, y el restante (Manzi) por la letrada Marta Marinari de Giraudo.
Más adelante será el turno de los casi 50 vecinos que son representados legalmente por Eduardo Luis Rodríguez, aunque para ello deberán aguardar la oportuna autorización del juez Cammisa.
Si bien la ceremonia fue supervisada personalmente por la escribana Spila (titular del Registro Notarial 747), no menos importante fue el aporte que realizaron su hija Natalia Victoria Durán (escribana adscripta), los secretarios Alejandra Montelirio y Juan Pablo Galdeano, y los empleados Silvia Tortone y Héctor Rampoldi.
Cabe señalar que todos los vecinos que escrituraron habían concluido el pago de sus viviendas, y algunos de ellos incluso con exceso.
A cuatro meses de cumplirse 11 años de iniciado el proceso judicial conocido como “caso Solares de la Villa”, un puñado de villamarienses pudo gritar bien fuerte... “¡¡¡por fin dueños!!!”.
Y eso, estimado lector, créame que no es poco.

Daniel Rocha