Tal como sucedió el año pasado, los feligreses llevarán en alto la imagen de San José por las calles, pero además de brindar honores a su Santo Protector, rescatarán parte de su historia, para que el pasado no quede en el olvido.
Uno de los responsables de este cometido es Leo Ambrosino, junto al municipio y la parroquia local, ya que contará esta tarde, como lo hizo en 2009, con la colaboración del cura párroco Ariel Manavela.

@ Ambrosino

Una enfermedad lo apartó del consultorio odontológico hace 10 años. Los médicos le recomendaron la lectura, pero su obsesión lo derivó adentrarse en la literatura y comenzó a escribir. Básicamente, a recopilar, a investigar sobre el pasado de su querido Arroyo Cabral. Esa parece la mejor de las terapias, tanto para Ambrosino como para que el pasado histórico, no sea pisado.
Con la importante colaboración de su hija Raquel, el odontólogo comenzó a desandar el camino y el año pasado, se trabajó sobre la “Manzana histórica”, en el marco del centenario del templo San José y otros comercios pioneros.
Esta tarde, se colocará tres placas en comercios que estaban ubicados sobre calle Córdoba, justo frente a la plaza San Clemente.

@ Un lugar, mejor tres

El primero será para el viejo edificio donde funcionó desde 1906 el Hotel Cine Italia, propiedad de Pedro Tacca y luego siguió por generaciones, aunque mutando en bar confitería, pero siempre el lugar de encuentro por excelencia de cabralenses y de la región que llegaba hasta la localidad, hasta que cerró sus puertas en la segunda mitad de los ‘90. Ahora está en etapa de demolición y fue adquirido por un empresario local, pero no se puede olvidar que “este salón contaba con todas las instalaciones para proyectar cine, un biógrafo local, con mesas y sillas, que además contaba con siete u ocho habitaciones para los viajeros y allí se armaban los varieté”, narró Ambrosino.
Metros hacia la ruta nacional 158, se alzaba la Carnicería San José, de José Bono, abuelo de “Chiche” y de Juan Carlos, que si bien desapareció hace casi 30 años, funcionó cerca de 80, y es parte de la historia de Cabral.
Finalmente, la tercera placa corresponde a Fonda La Colonia. Así se denominaba a un precario hotel de los hermanos Parola, abuelo del legislador radical José María Parola. Este lugar luego se hizo corralón y se perdió en el tiempo. Pero esto marca que el rescate no es sólo histórico, sino también cala en las emociones de los cabralenses.