Luego que el gobernador Juan Schiaretti golpeara a la gestión de Eduardo Accastello en su reciente visita a Ticino y Arroyo Cabral, ayer el intendente villamariense salió a cuestionarlo con dureza.
En un acto en que se firmó un convenio con la delegación local de la Anses (ver página 4), el mandatario sostuvo que en lugar de ocuparse de asuntos importantes, el gobernador cae en internas.
Accastello dijo que el interior del interior está “relegado” como nunca por parte del Gobierno provincial y expresó que “nunca nos sentimos tan parias”.
“No castigan a Accastello, castigan a los villamarienses”, subrayó el titular del Ejecutivo local, al hacer uso de la palabra en el Salón Blanco de la Municipalidad.
“Cuando viene el gobernador de, supuestamente, una de las provincias más importantes del país, y viene a la zona porque no se acerca hasta acá, y quiere subestimar a un equipo de Gobierno que transformó a la ciudad, está subestimando al pueblo”, manifestó.
“Este pueblo consiguió todo. Desde el Hospital Regional Pasteur hasta la Universidad Nacional. También, el Juzgado Federal. Y si se hace el hospital (N. de la R.: de alta complejidad, prometido por Schiaretti en su campaña de 2007) también va a darse por nosotros, porque cada cuatro meses se lo recordamos. No nos tienen en cuenta”, afirmó el jefe del Ejecutivo.
“Acá se trabaja, se decide, se desarrollan políticas activas. No pedimos (a la gente) que piensen como nosotros, sino que evalúen conductas de gestión”, solicitó.
En su avanzada contra Schiaretti, hizo hincapié en la deuda que generó la gestión provincial. “Se discuten las formas y no el fondo. Cuando el gobernador se acerca a la ciudad, habla de la asistencia al municipio... ¿cuándo vamos a empezar a discutir la deuda? Este es el gobierno que más endeudó a la provincia, está en 13 mil millones y va a llegar a 16 mil millones de pesos. Y no por obras, no por ampliación de escuelas, no por hospitales, sino por endeudamiento e ineficiencia”, señaló.
Luego, y tal como lo viene haciendo desde hace mucho tiempo, realzó la política encabezada por Cristina Fernández de Kirchner.
Cuando terminó el acto, tal como ocurrió en las últimas ocasiones, el intendente huyó de los cronistas. “Ya hablé”, dijo entre sonrisas y se retiró hacia su despacho.