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La imagen de Valentín refleja en parte como lo describen sus padres, amigos y docentes: sano, lleno de vida. Ahora lucha por su vida |
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Si bien las primeras 48 horas aparecían como decisivas, Valentín Fernández sigue estable, luchando por su vida y aferrados a esa esperanza sus padres y amigos.
El joven de 17 años “se mantiene estable, él está bien, pero el donante todavía no aparece”, dijo su madre, Andrea Fonseca (37) a EL DIARIO.
Junto al padre de Valentín, Javier (43), aguardan la novedad en el Sanatorio Allende de la ciudad de Córdoba.
“El Incucai nos transmitió mucha tranquilidad, nos dijeron que ni bien aparezca el donante Valentín será trasplantado. Está todo listo, todo listo”, explicó la mamá.
La calma se transformó en remedio entre los familiares y amigos, compañeros del IPEM 72, la escuela técnica de Oliva adonde asiste a cuarto año.
“No pueden venir todos, pero están llamando y recién acabo de cortar con una amiga”, resumió Andrea, cuando caía la tarde de ayer.
Los signos vitales son esperanzadores, la estabilidad pone paños fríos a la ansiedad, aunque mantiene el alerta. “El Incucai nos dejó bien claro que todo sucederá de un momento a otro. Siempre llega un donante para salvar otra vida”, comentó.
“Está todo listo”, insistió la madre, y detalló que están los dadores de sangre para las plaquetas necesarias requeridas para un trasplante de estas características.
Se trata de 43 donantes que surgieron de la ciudad de Oliva, la vecina Oncativo y Córdoba capital. “Nos movimos mucho, pero nos resultó más fácil hacerlo porque somos del interior provincial. La solidaridad entre los pueblos fue rápida”, sostuvo Andrea.
De un momento a otro puede producirse la novedad. Son horas cruciales y Valentín se mantiene estable, “ni bien aparezca un donante será trasplantado”, reiteró la madre, porque todo está listo, y todos están listos.
El principio
Valentín Fernández era hasta el miércoles de la semana pasada “un chico sano, un deportista, un chico querible y lleno de vida”, describen sus allegados. Ese día comenzó con síntomas “de gripe y con el correr de las horas aparecieron los vómitos y se comenzó a desvanecer”, narró Andrea. El domingo ingresó al Sanatorio Allende, en donde permanece internado en la Unidad de Terapia Intensiva, en estado de coma, estable, aguardando un órgano que le salve la vida.
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