@Reflexión y madurez
(…) Alguna vez leímos “las personas tienen recuerdos imposibles de olvidar, a eso se le llama madurar. Nuestra sociedad debe madurar y pensar mucho en lo que pasó, la reflexión es esencial para corregir nuestros propios errores.
Una mirada retrospectiva hacia nuestros actos puede ayudar a no volver a tropezar con la misma piedra.
Debemos fortalecer la democracia que supimos ganar hace 27 años siendo críticos y lo más objetivos posibles, respetando las diferencias ideológicas que nos separan, pero que son los pilares fundamentales para la vida política porque en el disenso se encuentra el consenso.
La construcción entre todos y el amor por la Patria es algo que debería unirnos y no separarnos.
Sin embargo es necesario avanzar en la lucha de los derechos humanos, ya que ésta no sólo se circunscribe a la última dictadura, necesitamos repudiar la violación de otros derechos fundamentales que sufren hoy millones de argentinos, como la pobreza e indigencia generalizada; a su vez defender las condiciones de trabajo, la defensa del salario, la defensa del ambiente, la calidad educativa y salud pública.
Para evitar similares acontecimientos creemos necesario recorrer un camino basado en el diálogo y acuerdos en políticas públicas. Depende del esfuerzo de muchos argentinos, queremos cambios reales y no mentiras.
Estamos en una sociedad con deseos de vivir en paz y justicia… evitando todo tipo de violencia verbal y física en el trato político y los diversos sectores sociales, como así también evitar la discriminación de quienes piensan distinto para fortalecer la democracia. El cambio comienza por uno mismo”.
Juventud Frente Cívico
@Justicia en deuda
(…) Para muchos argentinos, el 24 de Marzo, es un día para la memoria y la reflexión. Además de ello, para el Movimiento Evita, es un día para el balance.
Partiendo de las preguntas… quiénes somos, de dónde venimos y hacia dónde queremos ir, tratamos de entender los avances y retrocesos de nuestra sociedad en materia económica, social y cultural.
Desde 2003 a la fecha, primero con Néstor Kirchner y luego con Cristina Fernández, madres, abuelas y familiares de las víctimas comenzaron a ver coronados sus esfuerzos.
Tanta perseverancia, tanta dignidad y coraje merecían ver algo de la justicia que se exigía.
Esta justicia que fue indiferente y a veces cómplice de los despojos que ha sufrido nuestro pueblo. Esta justicia mercenaria que en algún momento, deberá dar cuenta a la sociedad de los pasados 34 años.
Movimiento Evita
@Justos y solidarios
Recordamos, este 24 de Marzo de 2010, la comisión de un nuevo delito contra la Constitución Nacional, ocurrido hace 34 años con la participación de militares y civiles dispuestos a escarmentar definitivamente la pretensión del pueblo argentino de recuperar su vocación institucional en un marco democrático.
Las advertencias de la conducción de la Unión Cívica Radical, a través del mensaje de su líder principal, doctor Ricardo Balbín, que debía dejarse actuar a las instituciones de la República, para superar el enfrentamiento entre facciones generado en el partido gobernante, durante la gestión de María Estela Martínez de Perón, fueron desoídas.
A sangre y fuego se pretendió la consolidación eterna de un sistema basado en la exclusión y la barbarie, en la delación, la persecución y desaparición forzada de personas, sobre todo de los jóvenes, emprendiendo la cacería de quienes parecieran distintos y pensaran distinto.
Se cumplió así el sombrío vaticinio de Balbín, acerca de que era la juventud la destinataria de semejante desatino criminal, poniendo todo el peso del Estado en la construcción de un nuevo pensamiento hegemónico basado en conceptos superados por la historia, abriendo heridas que todavía sangran en la sociedad argentina.
El mesianismo y la locura de los jefes militares en el plano político tuvo su correlato en la economía, con el más formidable proceso de desindustrialización del país, la desnacionalización total de la banca, la colocación de todos los resortes estratégicos de la Nación argentina al servicio de intereses externos y promoviendo la conversión del país en una mera factoría al servicio de las tropelías de las corporaciones multinacionales.
La guerra por las Islas Malvinas, el territorio nacional todavía irredento, resultó el corolario del tenebroso capítulo instaurado el 24 de Marzo de 1976 cuyo costo económico y de política internacional pagarán, todavía, varias generaciones venideras.
A 34 años del inicio del genocidio emprendido contra el pueblo argentino, por fuerzas armadas argentinas, constituye una lección que debemos repasar en forma permanente, reclamando justicia con vocación democrática y espíritu de hermandad y libertad.
Comité UCR Villa María
@Para no olvidar
A 34 años de aquel 24 de Marzo de 1976, día que se enlutó para siempre la historia de nuestra Patria. Planteamos recordar y reflexionar sobre aquel propósito macabro de tres oficiales del Ejército. Quienes intentaron reorganizar (vaya uno a saber qué cosa), avalado por grupos económicos, distinguidos medios de comunicación y una gran parte de la Iglesia.
Año tras año hemos escrito y hablado mucho sobre el tema, aún sabiendo que a una gran parte de la sociedad le incomoda que traigamos el pasado al presente, y que aquella gestión militar basada en represión, crímenes de lesa humanidad y administraciones fraudulentas mediante acciones neoliberales, queden simplemente como un recuerdo.
Todas las palabras expresadas no serán suficientes, mientras sigan existiendo desaparecidos o jóvenes sin conocer su verdadera identidad, derecho fundamental e inherente por la sola condición de seres humanos.
Asistimos hoy a momentos cruciales de nuestra historia nacional, donde hemos podido identificar después de tanto tiempo quién es quien en el escenario socio-político. No queremos entrar en discusiones sobre “izquierda o derecha”, pero a decir verdad, al parecer, es una de las mejores formas de identificarnos para con el resto de la sociedad.
En este marco social, el común de la gente observa una batalla ideológica, donde uno de los frentes basa su lucha en la memoria y en el NO OLVIDO, actitudes éstas que muchos tildan como nostalgia setentista.
A los que llaman a comprender el verdadero valor de los juicios, se los llama izquierdistas, por la derecha se pide a los represores que no pidan perdón, con el fin de exaltar el genocidio, por izquierda hablamos de ni olvido ni perdón, con el objeto de repudiar la amnesia y los oídos sordos de la Justicia durante más de treinta años, por la derecha elogian la represión. Alguien alguna vez dijo “unidos o vencidos” y creemos que ese es el espíritu que debemos tener este 24 de Marzo.
Unidos para nunca más posibilitar el arribo de genocidas a nuestra Patria, esos que alguna vez fueron avalados por todo el arco derechista de nuestra sociedad.
No dejemos que se sientan victoriosos y mucho menos que piensen que salvaron a nuestra Patria asesinando el sueño de una generación de fuertes ideales, víctima de éstos, por el solo hecho de soñar una Patria libre y con oportunidades para todos.
Juventud Peronista
@Memoria
A 34 años del golpe, se necesita redoblar los trabajos de la memoria. El trabajo de la memoria es un trabajo de justicia, de plena conciencia sobre nuestra historia. Reconocer y aprender de aquella tragedia colectiva, para que el nunca más se materialice como un imperativo ético de las generaciones futuras, es el trabajo que debemos apuntalar, como la memoria de los pueblos.
A la vanguardia de esta lucha, profundamente humana y pacifista, van las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. Ellas, han demostrado y demuestran cada vez que pueden el camino que debemos seguir para no equivocarnos. Sentar en los banquillos de los acusados a torturadores y asesinos como Menéndez, Bussi, el Tigre Acosta, Astiz y tantos otros, es un hito trascendente en el proceso democrático iniciado en 1983, y profundizado bajo una firme voluntad política en los últimos años. Asimismo la restitución de la identidad de los hijos de los desaparecidos implica una labor de restitución simbólica del entramado social, desgarrado en la violencia, la coacción, el sometimiento y la humillación.
La magnitud del daño que se infringió a esta sociedad, aún no se termina de comprender. Por ello esta política de derechos humanos que lleva adelante el Gobierno nacional implica un consenso generalizado, de entender cabalmente que sólo y mediante la justicia podremos transformar todo aquel dolor, toda aquella inmensa muerte, en la posibilidad de construir una sociedad más justa.
Entender lo que ocurrió, conocer a las víctimas, enfrentar a los criminales con sus crímenes, no por una revancha personal sobre viejitos enclenques, sino precisamente para interrogarnos a nosotros mismos, para saber más, para encontrar a los que aún es necesario encontrar, para preguntar y preguntarse, por los chicos que todavía andan por ahí preguntándose quiénes son, para las madres y abuelas que esperan, en fin para comprender qué nos pasó, para advertir cómo una parte de la sociedad establecía una complicidad vincular con la dictadura, el rol de los medios, la propia Justicia o la jerarquía de la Iglesia Católica, para saber quiénes somos realmente los argentinos, “¿derechos y humanos?” como se repetía desde un slogan enmascarador o por el contrario seremos capaces de avanzar hacia un país decididamente más democrático.
Esta es la exigencia que trae cada veinticuatro de Marzo.
Partido Justicialista
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